Trabajo fallido

Segundo trabajo, listo

Luego de intimidar con su mujer el azabache se levanto muy despacio de la cama y se puso su habitual traje.

Al poco tiempo llego uno de sus aliados, Sasori, quien tomo posición del Uchiha en la cama, pero no sin antes ser amenazado por el mismo, alegando que le cortaría la garganta si tocaba o si quiera miraba a esa muchacha.

Llegó a un viejo bar, donde efectivamente estaba ese tipo con algunas mujeres, entre ellas Konan, su compañera.

La hermosa mujer de cabello morado estaba muy acaramelada con el tipo, el cual se dejo seducir por la mujer, así lo hizo hasta que lo convencio para que fueran a otro lugar.

Konan se subió en el asiento del piloto del auto.

-Deberias dejarme conducir a mi preciosa- Dijo el hombre tocandole una de sus piernas mientras ella manejaba.

-¿Cómo se le ocurre? Usted es mi invitado especial- Contesto mirando los espejos del auto, asegurándose que el ojirojo los venía siguiendo.

Llegaron a un apartamento de no muy buena apariencia, la mujer se bajo rápido junto a hombre y abrió la puerta para dejarlo pasar.

-Dime guapa, ¿qué haremos hoy?- La tomo de la cintura y la pego a él.

-Dejame ser quien te atienda- Lo empujo a una silla y se agacho en medio de sus piernas.

De un instante a otro se escucho como la puerta del apartamento se volvió a abrir pero por la oscuridad no se alcanzo a ver nada.

-Reina, ¿entró alguien?- Preguntó saliendo de su excitación.

-Sí- Dijo Sasuke tapandole la boca por detrás mientras Konan lo sujeto a la silla.

-Tardaste mucho- Exclamo la pelimorada acabando su misión.

El azabache la miro y le indicó que se podía ir y así lo hizo. Cuando Sasuke se dio vuelta el hombre desde su boca tiro un tornillo, alcanzado a rasgarle un poco el rostro.

-Me las vas a pagar- Gritó el ojirojo comenzando con su tarea de tortura.

A la mañana siguiente se despertó nuevamente por el aroma a café que venía de la cocina.

Se acercó y presenció a la pequeña muchacha cocinando

-Buenos días- Dijo tomándola de la cintura por detrás.

-B-buenos días, Charasuke- Le respondió sonrojada al recordar lo que había pasado la noche anterior.

El hombre la movió para hacerla quedar frente a él y le planto un beso en la frente, iba a continuar con sus labios pero algo lo interrumpió.

-¿Qué te pasó en la cara?- Pregunto asustada.

Se acordó del idiota de ayer y respondió que simplemente no sabía y prosiguieron normal.

En la tarde salieron a comer y pasearon por los hermosos lugares de la zona, hasta que cayó la noche.

-¿Qué quieres cenar?- Preguntó el Uchiha tomándola de la mano y caminando.

-Quiero pizza- Respondió y de su vista se fue hacía un lugar donde se comenzó a amontonar la gente.

La blanca mujer camino con su esposo casi jalandolo para ver que había pasado y ambos miraron como sacaron de la camilla a un hombre coreano de traje entero.

-Sí señores, como pueden ver se encontró a un hombre muerto a horas de la tarde. Según nos indican las autoridades tiene indicios de torturas y murió en horas de la noche de ayer. Aún no hay sospechosos. Según un tatuaje en su pecho corresponde a uno de los integrantes de la Mafia Coreana- Pronunciaba una presentadora frente a una cámara.

La ojiluna miro al rededor y presenció muchas personas, entre ellas le llamo la atención una mujer de cabellera morada a la cual no le pudo ver la cara.

El Uchiha no estaba ni mínimamente asustado de que hayan encontrado el cadáver, de eso se trataba. Que mejor medio que la televisión para que esos coreanos se dieran cuenta de quien es el que manda.