Vivir a tu lado

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Luego de la fiesta despidieron a todos los invitados del lugar y partieron en auto rumbo a su nueva casa.

Era una casa cerca de la ciudad para que Hinata estuviera cerca del hospital. Era suficiente grande para una familia de 3, con cocina, comedor, sala y 3 habitaciones.

Bajaron del auto y el azabache ayudo a su ahora esposa a bajar para no arruinar su vestido y con mucho cuidado abrió la puerta para dejarla pasar.

-¡Esta hermosa, Charasuke-kun!- Grito admirando la hermosa sala.

Ellos juntos habían elegido la casa, sin embargo, el pelinegro se encargó de amueblarla o algo así, realmente había sido su equipo.

Por lo tanto, estaba llena de micrófonos, cámaras escondidas incluso mecanismos para cerrar toda la casa, poco le importaba la privacidad que tendrían, después de todo, ella no era nadie.

-¿Te gusta? Si algo no es de tu agrado lo podemos cambiar, sabes que haría lo que fuera por ti- Deposito un tierno beso en la peliazul que se sonrojo.

-T-todo esta bien, iré a cambiarme- Sasuke le señalo el closet y ahí se metió. Estaba toda su ropa, ya que, el día anterior su ahora esposo se llevo todo para ordenarlo y con mucho cuidado quito su vestido que ahora sería uno de sus mayores accesorios y recuerdos de su vida y se puso una bata de pijama.

Salió a la sala y no encontró a su marido, pareciera que él se estaba cambiando así que busco el cuarto de ambos.

Entro y una hermosa cama matrimonial la esperaba y se miraba tan cómoda que no espero ni un segundo en acostarse ahí.

-Espero que no sea muy alta para ti- Dijo Sasuke entrando a la habitación ya cambiado.

-Todo esta perfecto- Contesto haciéndole una seña para que se acostara a su lado.

Se miraron por unos segundos y la azabache comenzó a derramar lagrimas que intento ocultar.

-Hina...- ¿Qué hizo mal? ¿Por qué estaba llorando? No esta enterada del asunto pero ahora ¿que le pasa?

-Gracias- Dijo con dificultad abrazandolo.

Sasuke entendió que probablemente esa pobre tonta estaba llorando de felicidad. Muchas veces había presenciado gente llorando e implorando por su vida, pero nunca de alegría.

-No es nada, todo esto es porque te amo- Respondió al abrazo y por un instante sintió lastima por esa chiquilla, pero ni modo, trabajo es trabajo.

Se acostaron abrazados y luego de darse un beso Hinata comenzó a hablar.

-Charasuke-kun, ¿puedo preguntarte algo?-

-Dime hermosa-

-Inojin, tu amigo. ¿Frecuenta el café del centro?- Pregunto mirándolo fijamente.

-No, que yo sepa- ¿Por qué le estaba preguntando eso?

-Es que una vez lo vi ahí. Estaba en un auto mirando- Mierda mierda y más mierda.

La técnica de disfraces de Kankuro era la mejor, no porque hiciera a las personas parecer alguien más, sino porque era casi imposible recordarlas.

Algo así como cuando caminas por la calle, no recuerdas a todas las personas que viste, pasan desapercibidas por completo y esta mocosa no solo había recordado a Naruto, también a Sai.

-Seguro lo confundes con alguien, princesa- Contestó intentando dejar el tema.

-Tal vez- Respondió un poco confundida, estaba segura que era él.

Trabajo fallidoWhere stories live. Discover now