Capítulo 4.

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      Izuku por fin llegaba a su habitación, luego de un exhausto día por fin podía sentir la comodidad de su cama. Hundió su cara en la almohada aspirando el aroma que emanaba su casa, un aroma cómo a manzana y canela. Cuando se cansó de estar bocabajo se volteo para mirar el techo de su habitación.

Comenzó a observar su habitación dándose cuenta de que todo estaba igual a como la había dejado. Sus figuras de colección, sus comics de súper héroes, sus libretas y libros de la universidad; todo seguía igual. E incluso los recuerdos de aquella habitación.

—Agh —se quejó. Estiro su brazo hasta alcanzar una almohada para después colocársela en la cada —Izuku basta de pensar sobre eso —se recrimino a si mismo ahogando su frustración en la almohada.

Midoriya decidió dejar sus maletas sin desempacar e irse a dormir. Tuvo un día muy largo y no quería pensar en nada solo quería descansar, mañana iría nuevamente a la universidad UA, tiene que estar fresco y con energía.

Sin embargo, en las noches es cuando la mente de Izuku se encarga de traerle recuerdos, que, según el peliverde, ya estaban olvidados en un rincón de sus más profundas memorias.

En especial aquellos dulces recuerdos de infancia, pero entre aquellas dulces memorias se colaban amargos recuerdos.

Suspiro rendido, nunca imagino que al regresar a Japón significaría tener una gran oleada de recuerdos reprimidos y sentimientos confusos. Realmente él creía haber dejado todo atrás, pero al parecer no era tan fácil como meter viejas cosas en una caja y guardarlas hasta que el tiempo se encargue de olvidarte de aquella caja y que se llene de polvo. Era algo de verdad complicado.

Como pudo, Izuku cerró los ojos y se dejó llevar por el agotamiento cayendo en un profundo sueño. Por fin su cuerpo y mente descansaban luego de todo el ajetreo que vivió en las últimas horas.

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— ¡Bienvenidos de regreso Izuku, Iida! —grito la castaña al ver a sus amigos para después abrazarlo.

—Me alegra volverlos a ver —dijo Iida acomodándose los lentes.

—Yo también me alegro de verlos nuevamente, los extrañe mucho —admitió el peliverde con una enorme sonrisa.

—Estoy tan ansiosa de escuchar tus historias que viviste al otro lado del mundo —Uraraka brillaba de la emoción por saber que paso en el tiempo que no se vieron y que llevo a su amigo a tal cambio.

—Primero dejemos que Midoriya descanse, debe ser muy estresante llegar desde el otro lado del mundo y ser bombardeado con preguntas —pidió Iida contemplando el perfil cansado de su amigo.

—No te preocupes Iida, con gusto les hablare de mi viaje, además de que quiero saber cómo te fue a ti en Corea —dijo Izuku, pero para infortunio de Uraraka las clases estaban comenzando —Pero será cuando tengamos tiempo.

—Por mi está bien puedo esperar —comento sonriendo Ochako.

—Entonces apresurémonos, un estudiante de la UA debe ser puntual —ambos chicos le hicieron caso a su amigo y cada quien tomo el camino que le correspondía a su facultad; Ochako a la facultad de biología marina, Iida a su facultad de ingeniería mecánica que está cerca de la facultad de Izuku ingeniería en sistemas computacionales.

Izuku al igual que en estados unidos atraía las miradas de todos. Pero esta vez aquellas miradas lo hacían sentir más tímido. Intento no prestarles atención y solo siguió con su camino.

AmnesiaHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin