CAPÍTULO 3

2.8K 240 901
                                    


DANDARA

Cuando Duncan mencionó que todos los días pasaría por mí a las 7 de la mañana, no mentía. Él verdaderamente a las 7 en punto estaba fuera de mi casa y eso significaba que debía levantarme temprano y verme medianamente decente para cuando él llegara a mi casa.

El martes y miércoles intenté eso de levantarme temprano y arreglarme para verme bien, pero definitivamente eso no era lo mío, así que decidí que sí el clan me había integrado debían conocerme como soy: FLOJA.

Hoy es jueves y desperté 10 minutos antes de las 7 am, por lo que me tuve que lavar los dientes, la cara y ponerme la ropa lo más rápido posible.

Justo estaba bajando las escaleras de la casa cuando mi mamá apareció

–¿Piensas ir así a la escuela? –dice, recorriendo despectivamente sus ojos por mi vestimenta.

–¡Uy cuánto amor das en tus palabras! Sí, sí iré así a la escuela ¿Tienes algún problema con eso?

–Yo sólo lo decía porque te dije que no quiero que lo arruines y parece que ya lo estás olvidando.

–¿Es en serio lo que me estás diciendo? ¿Realmente piensas que lo voy a "arruinar" porque no me pongo faldas como tú o porque no me aliso el pelo como tú?

»Cada día me sorprendes más, mamá y definitivamente no en el buen sentido –escupo las palabras con enojo.

–¡Ya te he dicho que no me hables así, maldita insolente! ¿No ves que por tu culpa no soy feliz?

–¿Mi culpa? –emito una risa sin gracia– Yo no fui la que decidió tener sexo sin condón. Si tanto odiaste la idea de tener un hijo, desde que te embarazaste me hubieras abortado y le ponías fin al problema.

–Deberías agradecerme por no haberlo hecho. Da las gracias de que te recibo en mi casa y te doy todo lo que necesitas.

–No debería darte las gracias por lo que por derecho y obligación tuya me corresponde y mucho menos por haberme dado una vida llena de inseguridades, sufrimiento y ganas de dejar de vivir.

–No empieces con tus tonterías de nuevo.

–¿¡Tonterías!? ¡Toda la vida me has insultado, no hay un solo día en el que no me digas lo decepcionada que estás de mí!

 »¡Ni tú ni mi padre me querían y por sus culpas, yo no sé lo que es sentirse amada y mucho menos feliz! ¡Hiciste que perdiera la esperanza de vivir un cuento de hadas porque tú no fuiste lo suficientemente inteligente para vivir el tuyo! –grito con impotencia.

»¡Ni siquiera cuando intenté dejar de vivir estuviste contenta, así que ya no sé qué más quieres que haga! –mi voz empieza a entrecortarse, pero me las arreglo para que suene lo más fuerte posible.

»Nunca vuelvas a tratar de minimizar mis problemas, no tienes ningún derecho –termino, me acerco a la puerta de entrada y salgo de la casa.

Camino hacia la camioneta de Duncan dándome cuenta de que lo hice esperar.

–Perdón por hacerte esperar, tuve problemas con mi mamá –me disculpo a la vez que lucho con el cinturón de seguridad y me limpio las lágrimas que derramé sin darme cuenta.

–Bonita, ¿estás bien? –pregunta–. Sé que probablemente no tendré un buen consejo para darte, pero soy muy bueno escuchando y parece que tú tienes mucho qué decir.

–Es solo que... nunca he tenido una buena relación con mi mamá y es muy molesto como quiere tomar control de mi vida y al mismo tiempo criticar cada cosa que hago –explico con la mirada fija en él mientras, nuevamente, unas lágrimas bajan por mi cara.

INSUFICIENTEWhere stories live. Discover now