CAPÍTULO 4

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DANDARA

Gracias al cielo ya era sábado.

Después de pasar toda la semana intentando sobrevivir a la escuela y a las bromas de los babosos por fin voy a poder descansar, y con eso me refiero a que hoy tendré una mañana sin los babosos, ya que de alguna u otra forma ellos habían decidido que querían que pasara la tarde con ellos. No los culpo, yo sé que soy increíble, pero me quieren acaparar todo el día, todos los días y así no sé puede.

Hoy mis padres habían decidido desaparecer de la casa y aunque era feo decirlo estaba realmente aliviada por eso, discutir con mi madre todos los días era malditamente cansado y más cuando el inútil de mi padre solo se quedaba en silencio mientras fingía que nada de esto estaba pasando.

A pesar de estar acostumbrada a estos tratos por parte de ellos no dejaba de ser difícil el tener que soportarlo todos los días.

Mi día transcurre bastante normal. Desayuno ligero, hago un poco de ejercicio y tomo un baño relajante que mis músculos agradecen después.

Al parecer hoy nos juntaremos en el parque que está al lado de la casa de Dunkie y después iremos a una fiesta que, citando las palabras de Luke, va a estar "putamente increíble".

Antes de que se me haga más tarde salgo de mi casa y comienzo a caminar hacia el parque.

–¡PRINCESA! –me grita Landon desde la banca en la que están los 4 chicos.

–Hola, babosos míos –los abrazo por detrás a todos.

–Ay, la princesa nos acaba de dar una muestra de afecto, pidan un deseo –se burla Lan a la vez que yo me encargo de darle un zape.

–No te emociones mucho, aún no deja de llamarnos babosos –agrega Ash y le da una mordida a un taco que trae en la mano.

–¿Por qué carajos te estas comiendo un taco? –inquiero con el ceño fruncido.

–No me veas así, me dió hambre y Duncan no me dejó comer las pizzas que trajimos porque dijo que debíamos esperarte para comer –responde y le da una última mordida a su taco.

–Awww, que tierno Dunkie.

–Solo estaba siendo amable, bonita –dice rodando los ojos.

–No le ruedes los ojos al amor de mi vida –lo regaña Luke, me abraza y me obliga a terminar sentada en medio de él y Landon.

–No molestes tanto a la princesa, porque vas a terminar sin huevos –le habla Landon mientras ve mi cara, divertido.

–¡Shhh! Mi amor y yo estamos felices juntos, ¿verdad? –me pregunta.

 –Sí, sí, lo que tú digas –me zafo de su abrazo y me paro frente a ellos con mis manos en mi cintura simulando una jarra–. Ya llegué así que, ¿Podemos comer de una buena vez?

–Yo apoyo esa idea –secunda Ash posándose al lado de mi.

–Entre tragones se apoyan –se ríe Dunkie y lo miro con el ceño fruncido.

–Tú no puedes decirnos tragones, ayer te comiste 10 malditas donas en el desayuno –le recuerdo.

–No sabía que estabas tan pendiente de mi, bonita –saca un cigarro y comienza a fumarlo mientras le pasa la cajetilla a los chicos.

–No estoy pendiente de ti, estúpido. Simplemente es difícil olvidar que te tragaste 10 donas –ruedo los ojos.

La cajetilla termina llegando a mis manos y es cuando me doy cuenta que cada uno de ellos tiene un cigarro en sus manos.

INSUFICIENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora