CAPÍTULO 6

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DANDARA

El domingo pasó muy rápido y odiaba eso porque cuando eran días de la semana normales parecía que duraban una jodida eternidad, pero en cuanto llegaba el fin de semana los días pasaban en un maldito abrir y cerrar de ojos.

No voy a negarles que pasé todo el domingo dándole vueltas a todo lo que había pasado el sábado.

Para empezar estaba muy curiosa por saber: ¿Por qué Duncan y Nacor parecían odiarse?

Obviamente se ve que el tipo es un maldito, pero la tensión entre ellos era mayor y se notaba que había algo que claramente yo no sabía.

También estaba el asunto de la tensión que se había presentado entre Duncan y yo.

Hoy es lunes y estoy lista para ver que va a pasar el día de hoy después de toda la locura vivida el fin de semana.

Al parecer estaba nerviosa porque logré levantarme a las 6:30 de la mañana, lo cual significó que por primera vez pude arreglarme y estar lista sin necesidad de correr.

Mi madre hoy decidió darme una especie de tregua porque no la vi merodeando por la cocina como siempre suele hacer por las mañanas, aprovechando esto logre salir de mi casa 5 minutos antes de las 7 y me encontré con la sorpresa de que Duncan ya estaba estacionado afuera, incluso estaba fuera de la camioneta y eso fue raro, pues él siempre me esperaba dentro de ella.

–Bonita –saluda cuando me ve y se acerca hacia mí.

–Hola Dunkie, ¿Qué haces esperándome afuera? –me posiciono a su lado y me sorprendo cuando me toma de la cintura y me empuja hacia la puerta de la camioneta logrando que mi espalda sé choque con ella y mi respiración sé entrecorte por la cercanía en la que estábamos.

–Tenía ganas de verte desde que el pendejo de Luke nos interrumpio en la fiesta –confiesa mientras que con su mano libre pasa un dedo por mis labios logrando que los abra ante la sensación de calidez que su dedo había creado.

Después continuó el recorrido por mi cuello y fue bajando hasta que llegó a mi cadera descubierta por la blusa que había decidido utilizar hoy.

Comenzó a trazar círculos en el espacio desnudo de mi piel mientras su mirada seguía fija en la mía, cuando de un momento a bajó su mirada y sé arrodillo frente a mí colocando su boca muy cerca de la piel de mi cadera.

Suspiró logrando que mi corazón se parara porque podía sentir su aliento chocar contra mi piel y sé sentía muy bien.

Y sí aquello sé había sentido bien, cuando él posicionó sus labios ahí se sintió aún mejor.

–Creo que comenzaré a crear una pequeña adicción a darle besos a tu piel, bonita –se pone de pie y choca su frente con la mía logrando que yo suelte un suspiro.

Mi pobre corazón estaba latiendo como loco por las sensaciones que él estaba dejando en mí y casi podría jurar que sentía como el de él estaba igual de loco que el mío.

–Creo que comienzo a ver que hay algo diferente en ti, bonita y estoy dispuesta a descubrirlo –susurra y me deja sin habla.

El no podía solo decir esas cosas y esperar que yo no muera.

–Espero que no estés jugando, porque una vez que inicie esto presiento que no habrá vuelta atrás Duncan –me alejo y subo a la camioneta.

El se queda unos segundos más afuera de la camioneta hasta que lo veo acercarse a mi puerta mientras la abre de golpe.

–Yo nunca me ando con juegos.

Su mirada de azul intenso se queda en la mía y en la camioneta se escuchan únicamente nuestras respiraciones.

INSUFICIENTEWo Geschichten leben. Entdecke jetzt