11. Días De Flores Y Café

5.1K 637 33
                                    

"yo..." lo vi, estaba precioso, sus mejillas rojas, nervioso, jugaba con sus manos, las palabras las tenía retenidas en sus labios.
-gulf, habla o te tomaré aquí mismo con todos en la sala, y no seré silencioso - sentencie besando su cuello. A veces sentía la necesidad de usar mi voz de alfa, pero nunca recurro a ello, gulf es frágil aunque no lo parezca. Tenía mi mano en su vientre, su piel tibia me excitaba y había pasado tanto sin sentirla libremente.

"tengo tres semanas de embarazo" soltó. Mi alfa gruñó feliz pero yo quedé estático.
Comencé a sentir como se deslizaban mis lágrimas bajando por mi rostro. En serio, que mierda había hecho. Mi pequeño omega estaba embarazado y lo había hecho sufrir casi un mes solo, esperando a mi bebé. No podía salir de la vergüenza y culpa, aspirando su aroma buscando fuerza.

"mew, mew, hey mew ? Oye, mew di algo"

Tomo mi rostro en sus pequeñas, suave manos que tanta falta me hacían, estaba llorando, no sentía vergüenza de llorar frente a él, dios, claro que no. Todo con él era diferente, desde el principio pude abandonar mi fachada de alfa duro e indiferente. Pero ahora sentía vergüenza, vergüenza de lo que hice, el espacio que dejé despreocupado y logré dañarlo y otros.

"¿no estas feliz? ¿No te gusta? Yo... No sé, sólo..."  como puede pensar esto ni por un segundo. Estoy tan feliz y avergonzado.
-¡¿Qué?! No bebe, yo... Es que... Te amo, te amo en verdad te amo tanto- solo podía repartir besos por todo su rostro, besarlo una y otra vez, absorbiendo todo de él. Lo tomé en mis brazos y lo lleve a la habitación.
-sacate la ropa- dije en una voz neutral tratando de mantener mis ideas claras, el obedeció dejando su torso desnudo. La imagen más perfecta que puedo presenciar es su cuerpo, y ahí almacenado junto al cúmulo de sentimiento que provocó y provoca crece nuestro hijo. Sentí como la agitación elevaba mi pecho. Algo en mi se sentía tan cálido, hacerle el amor, besarlo, marcarlo, todo, quería todo junto a este omega. A diferencia de muchos alfa yo soñaba todos los días con poseer su cuerpo, el recuerdo de la primera vez que hicimos el amor estaba marcada en mi mente.
-te amo, bebe, no sé que hacer con esto- me siento tan feliz que realmente no se que hacer, mis manos sudando y su aroma-tanta felicidad, perdón te herí, estuviste triste, no le pasara nada al bebe? Te sientes bien?
-no, yo me entere ayer, esta bien, solo subí de peso, aparte de comer, dormir, mimos y sexo, no le falta nada. - yo planeo darle todo eso y más - al parecer tu bebé está comiendo por diez así que me dio muchas indicaciones. 
Siguió hablando, soltando su rico aroma para calmarme, estaba perdido en disculpas e intente seguir disculpándome.

-debemos comer, no te deje desayunar--recordé como lo saque de la cocina con todos en la sala.

-alfa, calmate, respira. Tenemos tiempo para todo.
Tiempo, en serio está criatura sin maldad me está dando tiempo. Si, lo hace, me está dando todo su tiempo.

-mi alfa- lo tenía fuertemente abrazado con mi rostro en su vientre, escuche eso y todo en mi explotó, felicidad, amor, tanto amor. - necesito sentirte a ti, por favor.

Ni siquiera nos importo que todos estuvieran abajo esperándonos, ni la hora ni todo lo que sucedió hace semanas. Le saqué cada prenda que se interponia, el hizo lo mismo, besando mi pecho desesperado haciendo que gimiera del placer por sentir por fin su tacto. Pase descaradamente sin ningún juego previo al interior de sus muslos, estaba mojado, ya tendría tiempo de saborear lentamente cada parte de su existencia.
Lo recosté en la cama, me arrodillé entre sus piernas tanteando con la punta de mis dedos su húmeda entrada, abrí sus piernas y sumergido en un extasis, no sé si por la excitacion o la necesidad, baje mi rostro  y me acerque a su erguido pensé, pase mi lengua por toda la extensión llegando directamente al orificio que dejaba salir un exquisito aroma, jugué con mi lengua, tentando y penetrando, sus dedos jugaban con mi pelo, gemia ante la irrupción.

Esencial (mewgulf)  FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora