22| Si tú quieres que lo sea

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No volví a saber de Oliver después de la fiesta de Brook, lo cuál es decepcionante

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No volví a saber de Oliver después de la fiesta de Brook, lo cuál es decepcionante. Pero... ¿qué creía? ¿Que de pronto iba a abrirse a mí por completo y me dejaría entrar a su vida a la primera de cambio? Es lo más absurdo que mi cabeza ingenua pudo maquinar. Aunque, tampoco es como si le hubiese dado mi número —que sí tiene pero no sabe que es mío— para mantenernos en contacto. Trato de no darle muchas vueltas al asunto.

Navidad pasó rápidamente. Amo la navidad. Ese día nos dedicamos a abrir regalos, ver un maratón de películas con palomitas y mamá preparó una cena espectacular.

Bueno, todo lo que ella cocina es espectacular.

Ahora, en víspera de año nuevo, estamos nuevamente en casa. Mis abuelos paternos han venido a acompañarnos y esperamos a la tía Lucy con Liam, nuestro primo de trece años.

La versión 1.0 de Jason dentro de la familia.

<<¡Peligro. Peligro. Peligro...!>>

En la reunión de víspera de año nuevo pasada, esos dos hicieron que papá mordiera una pieza de Scrabble en la comida y casi le prenden fuego al cabello de Ashley con pirotecnia. ¿Cómo demonios se supone que ese tipo de cosas pasen? Siendo honesta, debo admitir que cuando se unen, tengo sentimientos encontrados.

A veces son mis ídolos y a veces temo por que desaten el apocalipsis, aunque si estoy de su lado sé que sobreviviré.

Ah, vendrá Ashley también. Yuju y todo eso. Claro.

—Mamá —la llamo. Estaba hablando con la abuela Gertrude—. ¿Por qué siempre deben venir los Benson en año nuevo?

—Porque son como de la familia, cielo.

—Maya, querida, ¿aún no te llevas bien con Ashley? —pregunta mi abuela.

—Si ella tratara al menos un poco de llevarse bien conmigo, todo sería distinto. ¡Pero siempre es lo mismo!

El timbre suena, interrumpiendo nuestra conversación. Mamá me observa.

—Anda a abrir.

—Pero...

—¿Acabas de decir pero?

Regla número uno para la supervivencia en esta casa: a mamá jamás se le contradice.

Gruño.

—Voy —espeto y ella sonríe con orgullo.

Camino hacia la puerta y me preparo mentalmente para recibir a nuestros invitados, que asumo serán los Benson ya que la tía Lucy siempre es la última en llegar. Abro y efectivamente, ellos son.

La señora Larissa me aprieta en un cálido abrazo.

—¡Maya, mi dulce niña! —Sonrío mientras se aleja para detallarme—. Luces tan hermosa como siempre.

Detrás de mi cuadernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora