❝ 𝐈 𝑴𝑬𝑶𝑾 𝐲𝐨𝐮 ❞ ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ

十七

— Oh vamos Jimin, es obvio.

— No lo es.

Jimin y Taemin tenían casi dos horas y media en el centro comercial. Habían estado paseando por diversas tiendas mientras platicaban de cualquier tema trivial. BoGum y Taehyung estaban en el mismo centro comercial, pero les dejaban la libertad de pasear y comprar a solas.

Acababan de salir de una tienda de ropa para hibridos que a Taemin le encantaba, y ahora, Jimin los guiaba hasta su tienda favorita.

— Lo es, y en cuanto Taehyung pregunté qué haz comprado y vea que compraste ropa holgada y dos tallas más grandes que la tuya, sabes que la estás comprando para alguien más. —Taemin dijo aquello cuando entró a la tienda favorita de Jimin, donde vendían un montón de ropa con brillos y de los colores que más le gustaban al pequeño felino.

— No sabrá, menos si alguien permanece callado. — Hablo Jimin adentrándose en los pasillos sin dudarlo.

Ambos estaban en su forma humana, Taehyung era ligeramente más alto que Jimin, pero sin duda ambos eran igual de atractivos y hermosos. Su cabello relucía brilloso y esos dos pares de orejitas eran peludas pero hermosas entre sus cabellos. La cola de Taemin era mucho más peluda que la de Jimin, pero Jimin tenía pequeñas notas de colores que la volvían uniforme.

Jimin llevaba unos bonitos pantalones de mezclilla claros, holgados y un suéter color amarillo claro en allá oversize, que mantenía su cuerpo caliente. Una bufanda azul celeste y un par de accesorios que normalmente robaba del alajero de Taehyung.

Taemin era todo un estilo distinto, pero summente llamativo. Pantalones de mezclilla oscura, pegados a su figura y un abrigo de color verde olivo con su camisa negra. El a diferencia de jimin, tenía sus propios accesorios ya que su estilo y el de Bogum eran completamente distintos.

Así que no fue sorpresa para ninguno que, en cuanto Jimin de detuvo en un estante a mirar un par de camisas, uno de los empleados se acercara de inmediato a atenderlos.

— Hola, ¿Existe algo en lo que pueda ayudarlos? — El tono era amable, pero Jimin sabía reconocer cuando la gente era amable porque él era bonito.

El chico en cuestión era alto, tenía el cabello pelirrojo y pecas en las mejillas, sus ojos eran verdes y de seguro era extranjero por la forma de sus ojos. Guapo, pero no era el estilo de ninguno de los dos.

— Gracias, eh... Lucas. — Jimin leyó la placa que tenía en el costado izquierdo de su camisa propia de la tienda.— ¿Tienes de está en talla L*?

Jimin intentaba hacer memoria sobre el tamaño de la espalda, los brazos y hombros de Yoongi. Eran contadas las veces que se habían visto como humanos, pero Jimin se había encargado de tocar a Yoongi todo lo posible para poder deducir que era al menos una o dos tallas más grande que él.

— Déjame ver. — El chico se estiró enfrente del estante de las camisas, hasta llegar al de arriba y tomar un bonche, seleccionando la segunda de arriba hacia abajo, para dejar el resto de las camisas y girarse a dárselo a Jimin.— Es esta, puedes pasar a probarla si quieres, precioso.

Jimin arqueó la ceja después de tomar la camisa, porque definitivamente detestaba cuando un alfa o un beta tenía el descaro de coquetearle o llamarlo de manera atrevida o cariñosa sin su permiso, sin que si quiera él diera entrada a ello. ¡Solo pidió un talle de camisa!

— Aunque si me lo preguntas, la talla S se te vería aún mejor, más entallado a tu cuerpo y...

— No te lo pregunté, gracias.  — Jimin dijo aquello algo hostil, mirando al chico a un costado suyo.— Es para mí novio, pero creo que no está de más probarmela para ver qué tan bien le quedará.