{Segunda parte de: TE ARRASTRARÉ A MI INFIERNO}
Sigo de pie, sigo viva y mas hija de puta que nunca.
Supongo que por enviarme a matar creyeron haber ganado, sigan creyendo, porque me levanté desde lo más profundo en donde me dejaron y volví a nacer...
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Un día más...
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48.
—...Escucha, Yulia, yo no voy a prometer nada, tú hijo está igual o más loco que su padre...—Dejé de hablar por unos segundos—Me está obligando a decir que el hijo que espero es suyo.
La mujer me mira y parece decepcionada. Se que ninguna madre quisiera nada malo para su hijo, se que ella quizás pensó que Mark era un buen chico. Que él aún era ese niño inocente que ella dejó, pero no es así...
—No sabes cuanto lo siento, yo... sé que no lo amas, se que estás enamorada de otro hombre pero...
Le interrumpo.—No hay peros, Yulia, el simplemente no está bien mentalmente, es un abusador y actualmente temo por la vida de mi hijo.
Quisiera estar mintiendo, en verdad quisiera no sentir miedo siempre que recibo una llamada suya, pero no es así. Mark me sigue amenazando cada día, mi familia corre peligro y también yo.
—Quisiera poder librarte de todo esto.
La miré, realmente Tamara y Mark si se parecen a ella, es una mujer muy atractiva aún para su edad. Es lo mismo que sucede con Dasha, por más que odie a esa perra admito que para su edad luce más joven.
—Cuando sean las elecciones todo esto va a acabar, así que de ante mano me disculpo si Mark sale herido o muerto.—Advertí.
No es fácil para mi hablarle así, ella es quien me ha estado informando sobre las elecciones últimamente, está dispuesta a ayudarme y yo a ella. Pero no voy a prometerle nada, si tengo la oportunidad de matar a Mark lo haré sin pensarlo, aunque eso signifique que yo también voy a morir.
—Venus, yo se que Mark no es una buena persona y también se que todo se debe a la crianza que le dio Igor, se que ha cometido muchas locuras y estoy consciente del daño que te ha hecho...
Ella guarda silencio.
—Me alegra que lo sepas, porque no tendré piedad con nadie.—Avisé, se que me escucho como una demente pero así es como pretendo hablarles a todos de ahora en adelante, estoy harta.
La veo levantarse para tomar su bolso, de este saca un billete y lo pone encima de la mesa. La cafetería parece algo vacía el día de hoy, solo hay una chica y un chico unas cuantas mesas lejos de nosotras.
—Como siempre, seguimos en contacto.—Se despide, una bonita sonrisa aparece en su rostro.
—Así será.—De igual manera me despedí.
La veo retirarse, por la ventana de cristal de la cafetería veo como se sube a su auto luego de que uno de sus hombres le abriera la puerta.
Yo también decido retirarme unos minutos después. Yulia me comentó que Igor volvió a cambiar las elecciones, el hijo de puta ya me tiene harta. ¿Que diablos es lo que planea? Se que algo se trae entre manos, puedo sentirlo.
