{Segunda parte de: TE ARRASTRARÉ A MI INFIERNO}
Sigo de pie, sigo viva y mas hija de puta que nunca.
Supongo que por enviarme a matar creyeron haber ganado, sigan creyendo, porque me levanté desde lo más profundo en donde me dejaron y volví a nacer...
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La maldad también existe en la belleza.
-Venus L.
8.
Existen algunas cosas que se tatúan sin tinta... Cosas que no olvidas jamás y que se te quedan clavadas de una jodida manera increíble pero cierta.
Extraño acariciar mi vientre por las noches hasta quedarme dormida y soñar con mi bebé, me pregunto cada día como hubiera sido físicamente, seguro tendría mi cabello o mi nariz fina. Incluso se que me hubiera divertido enseñándole a caminar, le enseñaría fotos con Alaska y con Megan, porque a ellas también las extraño, demasiado, ojalá Mikhail y Masón se estén quemando y en lo más profundo del maldito infierno por quitarlas de mi lado.
¿No olvidas a alguien?
No quiero hablar de ella.
Algo grande viene dentro de mí, algo malvado se crea cada día qué pasa siempre con más odio, rencor, más fuerte y viene para quedarse.
Cassidy saca cuidadosamente la jeringa de mi hombro y pone un algodón en este. Me regañó porque el otro día cuando me dolió la cabeza no fui con ella -pero Ambar no estaba y ni modo que le dijera a los Ivanovic que me trajeran- no podía conducir sola tampoco y menos le iba a decir al diablo.
—Aquí tienes la gota para los ojos, dos gotitas todas las mañanas y también antes de dormir. Sin falta, Venus y no quiero que pase otra vez lo del otro día, así que por favor ven si te sientes mal.—Pide la morena.
Mi padre asiente poniéndose de pie a su lado, Chad entra con el pequeño Cayden y con Karla, y segundos después Hope y Faith hacen aparición -ambas discuten- cosa que no es rara. Tomo las gotas de la mano de Cassidy y me pongo de pie.
—Está bien, trataré de que no vuelta a pasar, Cass y gracias.—Le contesto de manera tranquila, la respeto bastante, esta mujer me devolvió a la vida luego de que mi corazón ya no tenía fuerzas para seguir latiendo y le voy a estar siempre agradecida, además es increíble, dejó su trabajo en el hospital solo para dedicarse a tiempo completo conmigo. Ella asiente.
—¿Como está, Ambar?—Pregunta papá.
Si supieras, mejor te cuento.
—Bien supongo, tiene nueva conquista, ¿Sabias?—Todos abren los ojos sorprendidos.
Y es lo justo. Ambar llegó a esa casa hace apenas una semana más o menos y el primer día se folló a un tío que ni siquiera conoce, que es aliado con los rusos, ni siquiera sabe sus intenciones quizás el solo le quiera sacar información y ella anda de -faldita levantada- con él.
