capitulo 4

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Izuku estába perpleja ante la escena frente a sus ojos, el señor Bakugo estaba de pie con ambas manos sobre el escritorio y su asistente frente a el, avergonzada al ver a la peliverde entrar sin avisar...un silencio incómodo inundó la oficina, la asistente tomo su ropa rápidamente y empezó a vestirse, Katsuki volteo y caminó hacia la ventana y se quedó admirando la ciudad en lo que Izuku salía de la oficina.

—señorita midoriya, los diseños de los automóviles deportivos acaban de llegar, debe reunirse con...¿Le sucede algo?—pregunto Ishiro al ver a la ojiesmeralda entrar muy nerviosa.

—Ishiro...—dijo en tono suave dejando la carpeta sobre su escritorio —¿Me acompañas a tomar un café?— 
Kirishima solo frunció el ceño y asintió al verla así de nervisa

[En el último piso]

—Que mujer más desagradable como se le puede ocurrir que yo me fijaría en ella, ya me tenía harto siempre que me veía se le alborotaban las hormonas trate de ignorarla, pues casi no me mantengo en esta oficina, sentir su olor , su excitación al verme, me resulta repugnante pero jamás pensé que fuera de hacer algo así... Tendré que contratar a un hombre la próxima vez... ¿A qué abra venido deku?— pensaba el ojirubi mientras veía la cuidad.

—disculpe señor Bakugo—la voz de su ex asistente lo saco se sus pensamientos.

—largate si no quieres que llame a seguridad, tu liquidación ya está lista—dijo sin voltear.

La joven se retiró en completo silencio.

En una cafeteria frente a la empresa Izuku e Ishiro conversaban.

—¡¿Como dices?! ¿Cómo que esa mujer estaba desnuda?—dijo sorprendido el dragón.

—pence que podria lastimarla, se escuchaba muy molesto—dijo Izuku más calmada.

De repente sonó el celular de Ishiro—es el —dijo mirando a la  ojiesmeralda.

—digame...

kirishima, vuelvan y dile a Izuku que la espero en mi oficina.

—de inmediato bro.

No dijo nada más y colgó.

—Izuku, Katsubro te espera en su oficina—Izuku palideció al instante.

—¡¡Que¡¡ ¡Dios que vergüenza kirishima perdón Ishiro!... ¡¡No quiero ir a esa oficina!!—dijo sonrojada de la vergüenza.

—¡Cómo que no! ¡Ve no seas cobarde! Si no le hizo nada al tipa que lo hizo enojar, ¿Porque te haría algo a ti?—dijo kirishima con el ceño fruncido.

—tu no entiendes, no es miedo, es por qué me da vergüenza—se defendió la peliverde.

—si no vas, ¡tendré que llevarte a la fuerza! ¡Entiende que si no vas el que tendrá problemas sere yo! Vamos camina—dijo levantándose de la mesa y dejando el dinero.

Ambos volvieron al edificio e Ishiro empujó a la pecosa dentro del ascensor y presiono el botón asta el último piso.

—si mueres prometo que te llevaré flores—dijo mientras el ascensor cerraba sus puertas.

—que cruel eres kirishima—se quejo Izuku.

Cuando llegó a la oficina de Katsuki, Izuku se paró en la puerta nerviosa, cuando estaba por tocar la puerta escucho la voz masculina al otro lado.

—Adelante...—la pecosa se tenso y abrió la puerta.

—¿Me... Me mandó a llama?—pregunto con la mirada en el piso y con un leve carmín cruzando sus mejillas.

en el presente [ katsudeku~fem ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora