capitulo 10

384 37 9
                                    




Al salir del edificio y bajar al estacionamiento el ojiescarlata vió a la castaña esperándolo sentada en el capó de su auto un precioso lykan hypersport.

—tienes un muy buen gusto con los autos—dijo Camie.
 
—¿que quieres?

—así me gusta, directo al punto… quiero que me expliques por que rayos te de tuviste si estuviste a punto de besarme.

—¡Hmph! Quien te crees que eres para pedirme explicaciones okami—dijo el rubio mientras la veía con el ceño fruncido.

—dime Katsuki… ¿yo te gusto?

—mira que eres arrogante… si te tomé por el cuello fue por tu insolencia

—¿por decirte mi señor?... Katsuki tu serás mío, serás mi pareja y el padre de mis cachorros.

Ambos sintieron el aroma de Izuku acercarse junto a Ishiro quien solía llevarla a casa después del trabajo y sin perder mas tiempo Camie se abalanzó sobre Katsuki quien estaba descuidado al persivir el aroma que lo hacía enloquecer y le plantó un apasionado beso justo cuando la pecosa e Ishiro llegaban.

Izuku y su asistente vieron aquella escena.

—No puede ser… Katsuki… está… con esa mujer—

—K…Katsu… bro—Ishiro estaba boquiabierto.

El ojiescarlata reaccionó, se apartó inmediatamente de la castaña y caminó hacia Ishiro e Izuku que estaban petrificados… se detuvo frente a ella viéndola a los ojos… sus hermosos ojos esmeralda estaban inundados… ¿acaso ella quería llorar?...¿Era por lo que acababa de ver?... ¿Acaso eran celos?... Sería posible que solo haya mentido cuando dijo que jamás se fijaría en él?

—felicidades señor Bakugo—dijo la peliverde y entró al auto de ishiro.

Las ventana polarizadas del auto le impedían verla pero sabía que ella no estaba bien, sentía el olor a sal, ella estaba llorando… posó su mano en el hombro de Ishiro que permanecía inmóvil y le dijo esperara, el pelirrojo comprendió a que se refería Katsuki y asintió.

Cuando Ishiro no sintió más el olor a sal subió al auto y llevó a la joven a su casa.

Katsuki se quedó con la castaña… debía dejarle muy claro que no quería nada con ella.

—yo no pretendo tener nada contigo, ¡que te quede claro!—espetó el pelicenizo.

—no me digas la que prefieresa ella.

—eso no es asunto tuyo, si quieres conservar tu miserable vida no te atrevas a tocarme—el ojiescarlata estaba asqueado por la acción de la castaña.

—¡como te atreves a rechazarme¡—Katsuki pasó al lado de ella ignorándola, subió a su ostentoso auto y se marchó.

Al día siguiente todo transcurrió con normalidad pero para Ishiro no pasó desapercibida la tristeza de la pecosa quien trataba de disimular en vano… por la noche Izuku tomó valor y se alistó para salir a cenar con su amigo Shindo.

Shindo se presentó puntual en la casa de Izuku y la llevó a un restaurante muy elegante… lo que Izuku no sabia es que cierto ojiescarlata había usado su influencia para saber en donde había reservado el tal Shindo.

La pareja entró al restaurante y el ojiescarlata estaba sentado a una distancia considerable para que ella no pudiera verlo.

Izuku se veía triste, un tanto distraída ni siquiera se dió cuenta cuando el joven junto a ella le preguntó si le gustaba el lugar.
  
Ella asentía pero no estaba prestando atención pues la imagen de Katsuki besándose con la castaña le ocupaba la mente por completo ensombreciendo así su mirada.

en el presente [ katsudeku~fem ]Onde histórias criam vida. Descubra agora