Capitulo 11

269 28 13
                                    


Esa noche Izuku no logró dormir ni un segundo, pasó la noche entera reviviendo lo ocurrido con su jefe y no encontraba una explicación lógica al comportamiento de éste. La noche se le hizo eterna y finalmente el astro rey empezó a colarse por la ventana.

Estaba agotada pero debía ir a trabajar así que se duchó, desayunó y se fué.


En una mansión al otro lado de la ciudad un ojiescarlata yacía tumbado en su cama mirando hacia el techo de su habitación, sin expresión alguna, la mirada fija en un punto en específico del techo… no había logrado dormir, se sentía un completo imbécil, como podía ser posible que el gran lord del oeste, el gran Katsuki perdiera el control por una simple humana, él que siempre consideró a su padre un reverendo idiota por dejarse llevar por los sentimientos humanos y acabar muerto por el amor hacia la madre de Gogo ahora se estaba sintiendo igual de patético pues tenía claro que se había enamorado de esa debil mujer.

—Hmph, ¿débil? Casi me arranca la cabeza—dijo sentándose a la orilla de la cama—me tomaré unas vacaciones, no quiero estar cerca de ella—se puso en pie y caminó hacia el cuarto de baño.

—buenos días Kats—Sero entró a la habitación.

—Hanta saldré de viaje, que traigan el helicóptero—ordenó desde el cuarto de baño.

—en seguida, su desayuno está listo, ¿quieres que lo traiga o prefieres bajar?.

—bajaré en un momento.

Katsuki bajó y todos se quedaron boquiabiertos, no traía uno de sus típico trajes italianos sino unos jeans negros, una camisa blanca de mangas 3\4 y zapatos deportivos, su cabello un poco alborotado… se veía igual a su padre.

—katsuki?—titubearon Hanta, Kaminari y Kirishima.

—que sucede, parece que vieron un fantasma—dijo fríamente.

Media hora después el helicóptero aterrizó y Katsuki se fué, no llevaba maleta ni portafolios ni nada.

—¿a donde irá?—dijo Kaminari viendo el helicóptero surcar los cielos.

—dijo que se iría de viaje pero no lleva maleta como en sus vacaciones pasadas y tampoco lleva un portafolio para decir que es un viaje de negocios… no sé, esto es extraño-/— analizó Hanta.

—el katsubro no necesita maleta para irse de vacaciones idiota! Lo único que necesita es una de sus tarjetas y listo!- espetó el dragón.

—kirishima tiene razón, Katsuki puede comprarse lo que quiera al llegar a su destino- dijo sonriente Kaminari.

La mañana había transcurrido en relativa calma y finalmente llegó la hora de almuerzo.

Ishiro e Izuku e almorzaban en completo silencio en un local cercano al edificio tanaka cuando nuevamente Izuku sintió una de esas pulsaciones extrañas que le hacían recordar la época feudal.

—¡vámonos de aquí!—dijo Ishiro un tanto nervioso y buscando dinero para pagar la cuenta.

—tu también lo sientes no es así?—la joven fruncía el ceño.

Kirishima asintió y se horrorizó al ver al imponente pelimorado detrás de Izuku.

—¡alejate de nosotros!— gritó Ishiro tomando a Izuku del brazo y pasándola hacia atrás de él.

—calmate, vengo por el dueño del circo no por el payaso—la voz del joven era firme, buscaba a Katsuki.

—¡Como? No te das cuenta que el señor no está aquí?—dijo ishiro petulantemente.

en el presente [ katsudeku~fem ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora