Semana número doce, parte uno.

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Habían pasado tres semanas desde que habíamos dejado la clínica. Los primeros días habían sido complicados como era de esperarse, pero el ánimo había aumentado gradualmente en casa aún si Stiles no mejoraba como se esperaba. Le habían hecho un par de pruebas para evaluar como su cuerpo estaba respondiendo a los medicamentos y descubrieron que todo estaba en orden, los nutrientes y las pastillas se disolvían correctamente, parecían surtir un efecto correcto en las pruebas hechas. ¿Entonces por qué no mejoraba?¿Por qué parecía que estaba siendo consumido por cada segundo que pasaba? El alegre y sarcástico chico que conocí había desaparecido en un parpadeo. Suspire sonoramente, frunciendo el ceño mientras recargaba mi cabeza en el saco de boxeo. ¿Qué podía hacer si ni siquiera los médicos tenían una explicación para lo que estaba pasando?

Pegué un salto, saliendo de mi ensoñación, cuando sentí mi celular vibrar en el bolsillo de mi buzo indicando la llegada de un mensaje. Con movimientos lentos quite mis guantes y los arroje al piso para luego sacar mi teléfono, pero antes de que pudiera hacer algo esté comenzó a sonar, el nombre de Marin Morrell brillando en pantalla.

Eleve una ceja, extrañado, mientras contestaba la llamada.

- "¿Hola?"

- "Buenas tardes, Derek."

Rodee los ojos, pasando mi brazo libre por mi frente para quitar el sudor mientras me sentaba en una pequeña banca.

- "No seas formal conmigo, solo dime porqué me llamas."

- "¿Recuerdas que me dijiste que te avisara si creía que algo no estaba bien?"

- "Sí..."

- "Realmente no debo hacerlo, como te había explicado antes, ya que todo lo que hablo con Stiles es confidencial, y al ser mayor de edad no tengo que notificar con nadie sus avances a excepción de que sienta que atentará con su vida o cosas por el estilo, también está esta otra regla donde se especifica qu-"

- "Morrell, ¿Puedes detenerte e ir al maldito punto? No tengo tiempo ahora."

- "El padre de Stiles es mi amigo desde hace años"- susurró, su voz exponiendo una real preocupación esta vez y su tono profesional quedando en el olvido- "Le tengo mucho cariño y solo estoy intentando ayudar aunque rompa las reglas, yo... Derek, algo no esta bien."

- "¿Q-Qué?"- sentí mi piel erizarse por completo, pero sin perder el tiempo corrí a los vestidores para sacar mi mochila de los casilleros e irme.

- "Acabo de terminar una sesión telefónica con Stiles y... estaba extraño, tosía a cada rato y su voz estaba rasposa, como si hubiera estado llorando, luego me dijo que estaba ocupado por lo que terminamos antes, pero eso no es lo más importante."

- "Dime que está pasando, ya voy para la casa"- mirando a mi alrededor note a Isaac quien ya me observaba con preocupación, por lo que le hice una señal para que me siguiera.

- "No estoy cien por ciento segura de esto, pero no puedo simplemente ignorarlo, quedarme callada y esperar a otra sesión, yo... dios... creo que ha estado vomitando todo este tiempo."

Pare en seco, sintiendo mis manos enfriarse mientras me paralizaba en medio del gimnasio.

- "¿Disculpa?"

- "Derek, siento que Stiles nunca supero su problema anterior, sino que solo intento esconderlo de todos."

Pestañee lentamente, sintiendo el cuerpo pesado y viendo como todo a mi alrededor comenzaba a moverse en cámara lenta en medio de un silencio vacío y denso.

No podía ser verdad.

Imposible.

- ¡Derek! ¡¿Qué pasa?!- escuche a Isaac gritar.

Soltando el celular e ignorando el sonido sordo que provoco cuando cayó al piso y a Isaac quien me sujetaba el rostro tensamente, corrí.

Solo corrí. 

Tú Puedes, Amor [STEREK]Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora