Semana número catorce

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¿Estará bien?

¿Lo estarán cuidando?

¿Qué pasa con la comida? ¿Le darán lo que le gusta?

¿Tendrá suficientes mantas para protegerse del frío durante la noche?

¿Me extrañara?

¿Pensara en mí?

Solté un gruñido y lancé la botella de vodka con fuerza por el balcón, tambaleándome ligeramente mientras me giraba hacia la mesa en el centro para sacar una cerveza del pack que tenía. Me senté con pereza en el sofá y tome un largo trago, disfrutando del liquido amargo y frío bajando por mi garganta mientras la oscuridad de la noche me rodeaba.

¿Por qué Morrell no se ha comunicado conmigo? Ya debería haberme dicho algo sobre el estado de mi chico.

Fruncí el ceño y agarré mi celular al instante sin detenerme a pensar realmente.

- "¿Derek?"

- "M-Marin."

- "Son las... cuatro y cuarto de la mañana, ¿Qué pasa?"

- "No me has dicho ni mierda de Stiles, n-necesito saber como se encuentra."

- "¿Es una broma? Hale, pudiste haberme llamado durante el di... Espera, ¿Estas borracho?"

Rodee los ojos ante el estúpido cambio en su voz. Tome un largo trago de la lata de cerveza, terminándomela así a los segundos.

- "Dime como esta mi caramelo."

- "Derek, tienes que dejar de tomar ahora, no ganas nada acabando en este estado alcoholizado e impulsivo. ¿Dónde estás?"

- "¡Que me digas algo, joder!"- grite furioso, levantándome de golpe del sofá y tomando la mesa por el borde con mi mano libre para lanzarla hacia a un lado- "¡Llevo dos putas semanas sin noticias de él, no me dejan verlo ni me informan como se encuentra! ¡Necesito saber si esta tibio durante la noche o si esta comiendo lo suficiente!"

- "Derek..."

- "¡Y una mierda!"- con la mente en blanco, tire mi celular y antes de que tocara el piso lo patee violentamente contra la pared.

Sintiéndome al borde, dejé que las lágrimas que tenía acumuladas cayeran por mis mejillas con libertar al mismo tiempo que me dejaba derrumbar sobre mis rodillas, terminando finalmente en posición fetal sobre el duro suelo del balcón.

- S-Stiles, te necesito...


...


Pestañee flojamente cuando la alarma en la mesita de noche junto a la cama empezó a sonar, por lo que la apague de un manotazo y oculte mi rostro en la almohada, pero fruncí el ceño confusamente cuando note el lugar en donde estaba. Me erguí rápidamente y observé a mi alrededor.

¿Qué hacia en mi habitación? ¿Qué no me había desmayado afuera?

Formé una mueca cuando el dolor de cabeza tan característico de la resaca se hizo notar, obligándome a cerrar los ojos un momento para recomponerme. Me levante con lentitud de la cama en dirección al baño para despejarme un poco, pero cambie el rumbo cuando escuche un par de voces conocidas en la sala de estar.

Tensé la mandíbula cuando noté a mi mejor amigo y a Morrell sentados en el sofá conversando tranquilamente como si de sus hogares de tratasen, agregando a todo el panorama el desayuno servido en la mesa de vidrio en el centro.

- ¿Qué mierda hacen en mi maldito apartamento?- pregunte ásperamente, sin ningún ánimo de enfrentar a lo que ya sabía que habían venido.

Ambos se levantaron al instante ante mi voz, luciendo la misma expresión de asombro al ver mi estado. Ni siquiera me había visto, con tan solo imaginar las ojeras, el mal olor y la palidez en mi rostro me era suficiente.

- Derek, tenemos que hablar- hablo Morrell con cautela, dando un pequeño paso enfrente.

Forcé las manos en puños, mirando a la morena furiosamente mientras me acercaba a zancadas a su encuentro.

- ¡Se irán en este puto segundo!

- ¡Derek! ¡Hey, detente!- Isaac me detuvo en seco por los hombros- Solo queremos conversar, cálmate.

- No hay nada de que hablar.

Me solté del agarre de Isaac y gire en dirección a mi habitación para encerrarme, bufando cuando escuche sus pasos seguirme, pero me detuve en seco cuando le escuche gritar.

- ¿Qué dijiste?

- ¡Stiles esta bien!

Apreté mis labios.

- Ha estado muy bien la verdad, Derek- murmuro Morrell, esta vez sin intentar acercarse a mí- No ha tenido ninguna crisis en estas dos semanas, incluso ya ha subido un poco de peso y la ulcera que tenía desapareció... Debería habértelo dicho, lo lamento, pero queríamos esperar con los enfermeros una semana más para ver si este avance es definitivo o si recaerá.

Tragué duro.

- Pero aparte de venir a decirte esto, Isaac me ha dicho que has estado bebiendo desde que internaste a Stiles- declaró la morrena, casi en un regaño.

Miré a Isaac brevemente, notando como sus ojos brillaban por las lágrimas.

- Amigo... no quiero perderte.

- Isaac, es solo un poco de alcohol.

- ¡No lo es!- grito al mismo tiempo que su labio inferior temblaba- Estas hecho un desastre, apenas vas a la universidad, bebes todo el tiempo y tu balcón esta hecho un basurero. Te irritas con facilidad y te enojas ante la más mínima provocación. ¡Tu chico esta intentando salir de un jodido agujero, pero tu estas entrando en uno! ¡¿Qué mierda intentas lograr?! ¡No entiendo!- Isaac me abrazo con fuerza, tomándome desprevenido- Por favor, para. Te lo suplico.

- Isaac...

- Por favor, Derek.

Cerré los ojos y asentí débilmente, sintiéndome más cansado que de costumbre.

Derrotado.

- Te vendrás a vivir conmigo, por lo menos un par de días.

Asentí nuevamente, sin ánimos de seguir ocultando lo solo y triste que me sentía.

- Hablaras con Marin una vez a la semana, ella sabe como ayudarte.

- Esta bien.

- Y te bañaras, ahora.

Reí cortamente, asintiendo y ocultando mi rostro en el hombro de Isaac, comenzando a llorar luego por lo difícil y dolorosos que habían sido los días anteriores, pero sabía que desde ahora las cosas empezarían a mejorar.

Tenían qué, o no resistiría más. 

Tú Puedes, Amor [STEREK]Where stories live. Discover now