El Ángel y el Demonio

Capitulo 8

Narradora
Ely ya había despertado de ese sueño, trató de levantarse pero no lo logró.
Su cuerpo solo temblaba, pero al abrir los ojos sus heridas de inmediato sanaron. Al notar que la presencia de Ely se desvanecía completamente Froy entro rápidamente a la habitación en la que se encontraba pero se llevó una sorpresa más, ella estaba frente al espejo viéndose sus ojos.

—¿Estás bien?—caminé hacía ella—Pensé que no regresarías—extendí mis brazos para abrazarla—
—Aléjate—me volteé para verlo directamente—
—¿Qué sucede? Solo quiero abrazarte porque te extrañé—me detuve frente a ella—
—Dije aléjate no lo volveré a repetir—
—Vamos Ely no seas tonta solo es un abrazo ni que fuera a matarte—la tomé de los hombros y me acercaba cada ves más y más hacía ella—
—¿Matarme?—lo tomé del cuello y lo levanté del suelo—Te dije que te alejaras—mi mano izquierda se extendió por completo al hacer aparecer mi espada—Tu me mataste—levante mi espada y estaba por atravesar su corazón—
—Señorita Ely—mis manos trataban de quitar su mano de mi cuello—perdoneme—
—Claro que no te perdonaré—mi espada había quedado a punto de atravesar su corazón—
—Me alegro que haya despertado señorita, iremos al comedor—
—Razyel házme un favor—lo solté y el cayó al suelo—Sácalo de aquí de inmediato—
—Claro que sí, dese un baño y después baje—caminé hacía Froy y lo levanté—Órdenes son órdenes así que vamos camina—al llegar a la puerta del Monasterio—
—Ella necesita de mi Razyel—me detuve antes de salir—así que no la dejaré y mucho menos la dejaré con ese demonio—
—¿Te necesita?—rie sarcásticamente—¿Quién crees que eres? ¿Su madre?—abre la puerta del Monasterio—Te lo había advertido desde hace mucho tiempo incluso el día de ayer te lo volví a recordar, así que ya vete—
—No lo permitiré—susurre cuando salí—
—Que remedio con estos jóvenes—me dirigí hacía el comedor—Me alegra mucho que estés aquí Ely, mientras sirven el desayuno quiero presentarte a alguien—
—Sé quienes son—camine para sentarme—Cuanto tiempo sin verlos Azyel, Phoenix y Azael, los cuatro arcángeles reunidos por mi que  ironía, también se quienes son ustedes lo recuerdo bastante bien todos ustedes son el resto de los Ángeles Guardianes—todos se pusieron de pie cuando me vieron—
—Bien ahora que los recuerdas a todos, traigan el desayuno que me estoy muriendo de hambre y nuestros invitados también—todos tomaron asiento—
—Tengo una duda, ¿Por qué estás viva? Todos fuimos al lugar donde fuiste asesinada—
—Es muy obvia tu respuesta Azyel—
—Entonces dimela porque no vine hasta acá para que una mocosa nos trate a todos de está forma—
—Siempre tan impulsivo Azyel, se que no soy hija de mi padre, también se que no tengo madre, se que el verdadero Dios Del Todo está encerrado en el Abismo de los Primeros Angeles Celestes y claramente es obvio que soy una guía para liberar a ese Dios de ese Abismo—giré un poco la cabeza para contradecirlo—
—¿De qué demonios estás hablando? Que nosotros sepamos tu naciste de la espada de Dios—
—Acaso eres muy idiota para entenderlo Azyel, no recuerdas la profecía de los primeros Dioses—
—Niña házme un favor y acércate necesito verte—
—No es necesario Azyel basta con tan solo enseñarte mi arma—las dos grandes espadas que cargaba El Primer Dios Del Todo salieron de mi espalda—Ahora intenta cargar una espada—lancé la espada hacía Azyel y la espada quemó de inmediato la palma de su mano pero le fue imposible recogerla—Sigues teniendo dudas—todos rieron al verlo lastimado—
—Bien ya que has dado un buen espectáculo Azyel, es momento de ser aliados del Rey—
—Aunque no me guste admitirlo tienes razón—
—Además podemos comprarnos un ejército—
—Ahora piensas y actúas como un humano Phoenix—
—Estar cuidando de ellos tanto tiempo sus costumbres se me pegan—
—¿Qué nadie aquí conserva su bendición otorgada?—
—Si pero sabes que es muy peligroso regarla por ahí—
—No la vamos a vertir en lugares comunes, la pondremos en el campo de batalla de la Primera Guerra Santa—
—Eso es una completa locura—
—Entonces, ¿qué sugieres?—
—Revivir a los ángeles es un pecado—
—No los reviviremos sus almas serán tomadas para proteger este mundo, aún no entiendo ¿por qué deseas comprar esclavos que peleen por nosotros aún sabiendo que ellos son muy frágiles?—
—Es entretenido verlos pelear, bueno, según ellos pelean—
—Crees que es entretenido verlos pelear, crees que es entretenido verlos matarse por la venganza, la irá, la obscuridad que los rodea...que no se les olvide a todos ustedes lo que perdieron por esa estúpida guerra que provocó que a los de nuestra especie los odiarán tanto. Se con claridad que no les importa ni un bledo, pero así no deben ser las cosas, los humanos no deben pelear entre si solo para hacer reír o entretener a los demás, el humano debe ser amigo de todos, cuidarse uno a uno como si fuesen familia todos, y en cambio que les hemos dado, nada, solo razones por las cuales seguir peleando, meternos en sus cabezas y decir que mate a todos quiera porque está a su alcance y porque es inmortal—
—Ya es suficiente, no reuní a todos para que armaran una discusión—Levante la voz para que todos guardarán silencio—Quiero que todos pongan sus armas sobre la mesa y juren lealtad hacia la Guía que nos devolverá a la normalidad y traerá de vuelta a nuestro Dios verdadero—
—Como no hay opción.
En nombre de todos los dioses pasados y en nombre de los dioses que vienen en camino, nosotros los 4 arcángeles Razyel, Azyel, Azael y Phoenix, juramos completa lealtad hacía Ely, aquel que rompa las reglas será quemado por el verdadero Dios—Todos los Arcángeles hablaron al mismo tiempo—

Nombre: Azyel
Conocido como: El Arcángel De Las Mil Armas
Cargo: Segundo Arcángel
Arma: Indefinida

Nombre: Phoenix
Conocido Como: El Arcángel De Dioses
Cargo: Tercer Arcángel
Arma: Un tridente de oro blanco capaz de controlar e invocar cualquier cosa

Nombre: Azael
Conocido Como: La Mano Derecha de Dios
Cargo: Cuarto Arcángel
Arma: Dos Espadas Forjadas De Los Huesos de Dios