Stephen el gran demonio he hijo de Lucifer...
Ely hija del dios del todo...
Amor prohibido
Razas diferentes
Desterrados
Guerra Santa
La historia es completamente mía, y se encuentra en proceso.
Perdonen si encuentran alguna falta de ortografía es...
—Ely...tengo noticias son buenas para los demás angeles pero para ti quizás sean malas— —Guardo ambas espadas—¿Qué sucede?— —Tu padre pretende venir a la Tierra—Levante los brazos—No solo eso también quiere que usted tenga un sueño eterno— —Suelto un leve suspiró con los ojos entrecerrados—Tranquilo, además tu eres un Ángel Guardián no tienes de que preocuparte Patrick. El solo me quiere a mi— —Señorita, ¿Que pretende hacer?— —Por el momento nada—sonrió—Me parece bien que comas algo, come lo que se te antoje—Señalo la salida—
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Nombre: Patrick Arma: una espada y un hacha Número: 6★ Poder: Se dice que el creó la luz cuando fue formado de la mano de Dios. Cargos encomendados: 6to Ángel Guardián Próximo Arcángel
—Pero—Escuche pasos y volteé—Señor Azael— —Puedes retirarte Patrick. ¿Qué se te ofrece Azael?— —Realmente nada, solo quiero entregarte esto—dirijo mi mano hacía mi bolsillo izquierdo— —¿Qué me darás?— —Ten, es un cristal de diosa, este cristal tiene el poder de revivir a los ángeles antiguos, a los que quieres revivir— —Es extraño...pero gracias—hice una leve sonrisa—Tengo que salir, los veré más tarde a ustedes— —Ten cuidado el poder que contiene el cristal es sumamente devastador— —Lo tendré—extendí mis alas y salí por la ventana—
En algún lugar del pueblo —¿Qué esperas no que me ibas a matar?— —Deberías pensarlo bien mocoso además tocaste a mi mujer— —Solo porque la haya tocado del brazo no significa que la haya lastimado maldito imbécil— —Te reto a que lo digas de nuevo— —Imbécil—me di la vuelta sin importancia— —Tomé un cuchillo de esa taberna y me acerqué a él con toda intención de matarlo—¡Deja de tratarme como si no existiera!— —Estas seguro que quieres hacer eso—Saqué mi espada rápidamente y la coloqué en su cuello— —¿Qué?—temblando—¿Cómo hiciste ese movimiento tan rápido?—Escuché murmullos sobre su espada—Tu eres un caballero, no...tu eres un ángel— —Bueno estás alucinando viejo creo que estás muy ebrio así que por esa razón te dejaré vivir—pagué mi cuenta y salí de aquel lugar—Si me sigues siguiendo tendré que cortarte esas asquerosas alas—voltee y me quedé sorprendido por lo hermosa que era aquel ángel— —Ríe con poca exageración—¿Asquerosas alas?—llevé mi dedo a mis labios—Bueno quiero ver qué lo intentes—sonreí— —¿Quién eres?— —Al parecer la mayoría de los Ángeles Guardianes se encuentran en este pueblo, es algo curioso, pero estoy buscando a una persona y se que tal vez sepas dónde esté— —No respondiste mi pregunta, ¿Quién eres?— —Si te dijera escaparías de inmediato y eso no sería cortes de tu parte, solo dime dónde está Ely— —¿Por qué te lo diría?— —Eso es una fácil respuesta querido amigo, porque si no te mataré— —Hacerte pasar por un ángel está mal Stephen— —Se escuchó una voz a lo lejos—Señorita Ely, no debería estar aquí— —El que no debería estar aquí eres tú Kyerat—toque su hombro—Debes estar resguardado en aquel lugar con los demás—
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Nombre: Kyerat Arma: Una espada forjada de una piedra Número: 1★ Apodo: El ángel soberbio
—Entiendo pero no la dejaré con él—señalo al demonio— —El no pretende hacerme daño y si lo hace no será muy fácil lograrlo— —Esta bien señorita—me doy la vuelta y camino hacía el Monasterio— —Veamos, ¿por qué no te quitas esa apariencia de ángel Stephen?— —Solo si logras hacer que se detenga el dolor—levante mi mano en dirección a ella—Mi padre me colocó una maldición y quiere que te maté cuando estés cerca de mi, está maldición hace que pierda el control cuando estés muy cerca de mí así que no te acerques por favor— —Ya veo, se dice que las maldiciones de los dioses son dolorosas me sorprende que puedas mantenerte consiente— —No será por mucho tiempo—mi tono de voz cambió inmediatamente, caí al suelo— —¡Stephen!—levante su cabeza del suelo y la coloqué en mis piernas— —Jamas imaginé, que tú....cayeras en este transformación Ely—Rie con ignorancia— —Hace dos semanas que no te veía Froy, pero tú poder es diferente, imagino que sabrás porque me acerqué así a ti— —Ignorancia como siempre—escupo sangre—Eso no me importa, pero tengo que encerrarte eso me dijeron—mi sangre comenzó a formar una aurora azul—Te veré en el reino de los Angeles Celestes— —Claro, eso era lo que estaba esperando gracias como siempre Froy—Ambos desaparecemos—
En el monasterio —¿Qué extraño? Será por esa razón que ha salido—camino hacía la mesa con los demás— —No sabemos cuál será su plan para poder salir de aquel lugar— —Ciertamente se vuelve algo complicado— —Somos los 4 Arcángeles no nos será difícil si todos seguimos con vida para enfrentarnos a Lucifer— —Pero si ellos están presentes tendremos que matarlos sin duda alguna— —Espero que no lo estén— —Por lo que sabemos es que Chris el supuesto Dios del Todo pretende bajar a la Tierra y hacer que Ely duerma eternamente— —Pero no sabemos nada acerca de Lucifer— —No nos queda otra solución si Ely no regresa en una hora del Reino tendremos que pasar al plan b— —Pero significa revivir a esos ángeles antiguos— —De verdad, ¿quieres profanar unas tumbas?— —¡Silencio! Ella volverá con el verdadero Dios. Juraron lealtad, confianza, sus vidas, juraron todo hacía ella, que no se les olvide— —Ella no volverá es imposible salir de aquel Reino, incluso para los dioses— —Estamos hablando del Reino de los Angeles Celestes, pero no entienden el significado, es el Reino de los primeros titanes— —Si Ely entró es porque tiene un plan solo tenemos que confiar fue lo único que nos pidió—
En el Reino de las Tinieblas —No siento la presencia de Ely— —¿Tanto te preocupa esa chica?— —¿Quién carajos eres tú?— —Tu padre no te enseñó a hablar adecuadamente— —Deja de hablarme como si me conocieras, sabes que, no estoy de un buen humor el día de hoy así que lárgate— —No lo haré, solo me reiré porque te diré esto, hace un momento dejaste de sentir la presencia de tu amada, es que vi un cuerpo por ahí en el suelo y le he lanzado un hechizo bueno no solamente yo, estaba en compañía de tu padre— —¿Qué hechizo?¿De que estás hablando?— —Coloqué mi mano en mi frente—Piensa Stephen, no te diré todas las respuestas— —Te lo diré una última vez, ¿Qué le hiciste a Ely?— —Rie—Bueno esto si es divertido, pero ya te diré solo para que te calmes—levante mis manos en ademanes para burlarme de el—Ella creyó que eras tú, que tonta, tu padre hizo lo mismo que hace mucho tiempo, la encerró en el Reino de los Titanes— —Rápidamente lo tomé del cuello y lo empuje hacía una pared—Vuelve a reírte así de ella y te mataré— —Dejen de hacer escándalo— —Elija, me hechas una mano con este crío— —Siempre te estás metiendo en problemas Mel, sueltalo ya Stephen— —¿Por qué debería hacerte caso Elija?—aprieto más fuerte su cuello— —Porque tu padre nos está viendo— —Solté de inmediato su cuello pero me acerqué a su oído—no me importa absolutamente nada que seas un hermano de los arcángeles, te mataré y te despellejare vivo, pero eso solo pasará si te vuelves a pasar de listo—
