Capitulo 15

13 1 0
                                    

En el paraíso:

—Señor...El arcángel nos ordenó regresar, y han resucitado al primer ejército de su padre, además la presencia del poder de su padre estaba en el poder de aquel demonio. —Incliné mi cuerpo para hacer una reverencia—
—¡Cállate!—Una mirada violenta y desagrado se hizo presente en dirección a los otros ángeles. La voz en mi cabeza se preguntó rápidamente—¿Este poder es de mi hermano...?—Recargue mi cabeza en mis dedos—
—¿Señor?—Hablé con miedo—¿Qué sucede?—
—Me levanté del trono y caminé hacía la salida del palacio—Iré a la batalla—
—No tenía palabras para contestar—
—Debo detener a alguien en específico—

En la batalla de La Guerra Santa:

—Azael, hermano has crecido tanto, pero, aún sigues siendo un completo imbécil—Me acerqué a él con velocidad y quedé frente a él—¿Qué sucede no me darás un abrazo?. ¡¡¡Oh; te comió la lengua tu Dios!!!. Si creo que es eso—Reí con arrogancia—
—No hagas esto...—Un pequeño murmullo salió de mi boca—
—¡Azael!—Gritó Azyel—
—Vamos no te metas en su pelea cuando me tienes de frente hermano—Me interpuse entre él para que no avanzara—
—Haste a un lado—
—No te cederé el paso—Lo golpeé tan fuerte que hizo un agujero en el suelo—No dejaré que me hagas aún lado—
—Intenté levantarme pero todo el cuerpo me pesaba, lo único que hice fue reírme y el dolor que sentía en todo el cuerpo intentaba desaparecer—Tu fuerza aumento bastante, parece que te va bien el poder que te dió tu Dios—Sólo logré arrodillarme y limpiando la sangre que caía de mi frente—
—¿Qué esperabas? ¿volverme un inútil como tú?—bajé hasta donde se encontraba él—
—¿Por qué no dejas está estupidez de lado?—Me le levanté y sacudí el polvo de mi ropa—No quiero lastimar a mi hermano—
—Dices, ¿lastimarme? pero si él que acaba de salir volando eres tú, además estás sangrado—llevé mi mano hasta su frente e indicarle con burla de dónde sangraba—
—Deja de burlarte o haré que te tragas tus palabras—agaché mi cabeza en modo de amenaza—¡¿Qué es esto, proviene del sur?!—susurré—Viene muy rápido y está en compañía del arcángel—
—¡Deja de ignorarme!—tomé la empuñadura de mi arma y me aproxime hacía él—
—¡¡No, espera!!—Un gigante apareció frente a él deteniendo el ataque de la espada, asi mismo, la presencia de este gigante hizo que todos se detuvieran y que algunos ángeles muertos y caídos  se inclinaran—
—¿Cómo te atreves a detener mi ataque? ¿Ha caso quieres morir?—levanté la mirada hacía el gigante. Con un pequeño murmullo—¿Qué es esto? No soy de capaz de levantar mi espada. El gigante trae a alguien en su mano izquierda y mi cuerpo no deja de temblar, ¿qué es esto?—No dejaba de preguntarme y mis ojos se llenaron de confusión al ver cómo aquel gigante abría lentamente su mano—E...es, ¡¡El Dios del Todo!!...—Una corriente de aire violenta hizo aparecer ha más gigantes—
—¿Ely lo logró?—Miré a todas las direcciones y no lograba encontrarla—¿Dónde está?—Intente acercarme hacía nuestro Dios pero los gigantes lo protegían formando un círculo. Miré hacía arriba y volví a preguntarme—¿Dónde estás Ely?—
—Las voces de ángeles caídos y ángeles protectores hablaron en una sola sintonía—¡Tenemos a los dioses de nuestro lado!—
—Los demonios dieron un paso hacía atrás y la desconfianza comenzó a darse—¡¡No retrocedan!!—Esa voz salió del espacio-tiempo—Nosotros también tenemos a los dioses de nuestro lado—Los demonios se inclinaron al presenciar el hecho, y comenzaron a golpear sus escudos—
—El cielo se iluminó de rayos y el estruendo de estos apareció al Dios Chris, un silencio incómodo se apoderó del campo de batalla, el aire silbaba y los ángeles tanto como los demonios se mantenían al margen—

En otra parte del campo de batalla:

—Niño, te has alejado bastante del campo—
—No quiero matar a nadie, solo quiero que la me devuelvan, ¿¡dónde está ella!?—Moví mi brazo en diagonal y este cortó el espacio—Regresenmela—Mi cuerpo se llenó de llamas oscuras—
—Basta niño. Sí sigues con esto solo te harás daño—Me acerqué ha él y lo tomé de la cabeza—Dime, ¿de quién estás hablando?—
—La tristeza se apoderó de mí y las lágrimas comenzaron a caer—¡¡No permitiré que se la lleven otra vez!!—Esas palabras hicieron temblar la Tierra y despertó a los aldeanos de los reinos cercanos—Tu mundo arderá...—Mis llamas quemaban la mano de aquel comandante—
—¡Controlate ya!—Mi magia sanaba mis heridas y mi fuerza comenzaba a dar frutos. Levanté rápidamente mi puño izquierdo logrando que este lastimara al chico—Quiero que te calmes y me digas que paso. Te soltaré la cabeza lentamente, ¿de acuerdo?—Di un pequeño suspiro y quité mi mano lentamente de su cabeza—
—E..s...esos arcángeles me quitaron al amor de mi vida—Limpie la sangre que salía de mi boca—
—Un demonio con el sentimiento del amor, es raro verlo en ustedes, dime, ¿quién era esa persona?—Me crucé de brazos—
—Ella es una diosa y es la hija del Dios Del Todo. Vine a la guerra para sacarla pero no la encuentro—Intentaba mantenerme calmado pero el cansancio se apoderaba más de mi cuerpo—No sé dónde está...—Mis ojos se cerraron completamente y caía por el cielo—
—¡Niño!—Vi una bola de luz acercarse al chico—¿Qué es eso?—Mi cuerpo diferenció el poder de los tres dioses en un mismo lugar—Ese poder me inquieta—La bola de luz protegió ha aquel demonio de la caída—Es extraño, su cuerpo aún no soporta tal poder. Bueno es hora de regresar, pero no sin antes...—Miré hacía atrás y mis manos formaron un círculo en el aire—Aun no es momento para que despierten, vuelvan a dormir—Lancé el círculo en dirección a la barrera y los humanos cayeron—Bueno te dejaré vivir—Miré hacía atrás y mis alas se expandieron—

En el campo de batalla:

—Ya es suficiente, ya se ha derramado mucha sangre inocente—Miraron hacía arriba todos—Deben p...—Tomé el cuchillo que iba en dirección hacía mí—Pero, ¿qué clase de recibimiento es ese Lucifer?—
—!Cállate ya!—Bajé mi mano lentamente—¿Cómo es que escapaste de aquel?—levanté una ceja—
—Los dos deberían de cerrar la boca—Me mantuve de brazos cruzados, golpeé ha ambos—
—No vine ha pelear, tontos, vine a detenerlos—Mis brazos bloquearon su golpe—
—¿Cómo piensas hacer eso sí no quieres pelear?—
—Se les olvida, ¿quién soy yo?—
—Eres un idiota, ¿por qué me golpeaste?—Con enojo volteé a verlo—Se supone que tenemos que matarlo ha él—Señalé—
—Es verdad, si mueres esta vez yo tendré el poder del Todo—Suspiré y dí un paso al frente en el cielo—Esta vez no sobrevivirás—Mi enojo apagó el Sol—
—No te llevarás todo el crédito Chris...—Mi poder de las llamas oscuras alumbraron por completo toda la Tierra. En una sola voz se escuchó—TE MATAREMOS—La pelea había comenzado y el choque de armas sagradas hizo retumbar los 9 reinos, su pelea provocó truenos, erupciones, ciclones, maremotos, los 9 reinos estaban sufriendo por su pelea—
—Nosotros ayudaremos—Una luz cálida bajó del cielo oscuro, la luz se dispersó y de esa luz se aparecieron los Dioses restantes. Estos comenzaron a pelear contra los demonios, provocando que los ángeles resucitados fueran desapareciendo—
—Los dioses están peleando—Miré hacía arriba—¿Por qué no peleamos enserio Azyel?, solo estamos gastando energía vital—Regresé la mirada hacía él—Si tanto anhelas morir te mataré—
—Inténtalo—Mis espadas salieron de mi pecho—
—Sonreí al ver su seguridad—Me harás llorar—
—Tu sarcasmo es tan notorio que da asco—Me lancé hacía él y nuestras armas chocaron provocando en si un choque de energía, los otros arcángeles no se quedaron atrás...—

El Ángel y el DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora