3. LA BOTELLA

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Acababa de entrar por la puerta y todo el mundo lo miraba y cuchicheaba. Hugo se sentía incómodo, la verdad que nunca había quedado con nadie fuera del colegio, así que nadie lo había visto vestido normal. Llevaba una camiseta blanca de tirantes, unos tejanos y una cazadora vaquera abierta y llevaba el pelo de punta. La verdad que no estaba nada mal.

- ¡Hola guapo!– le dijo una chica dándole dos besos.

- Tere – dijo alguien.

- Dime – dijo ésta girándose y viendo a Eva parada detrás de ella.

- Fuera. – le dijo Eva – Ahora.

La chica obedeció y se fue.

- Hola... ¿Hugo?

- ¿Quieres tomar algo?

- Claro.

Fueron los dos hacia la barra y empezaron a beber, sin hablar. Él llevaba el ritmo de la música con la cabeza, ella se movía hacia los lados. La verdad que después de ver lo bien que estaba Hugo, a Eva se le habían quitado las ganas de seguir con el plan de vengarse y empezar uno de conquista, pero no, eso no podía ser; no podía flojear delante de todos.

- ¡Chicos! – dijo Sam – vamos a jugar a la botella, ¿quién se apunta?

Empieza el plan.

- Quizá algún día me perdones por lo que te voy a hacer - pensó Eva - ¡Yo juego! – dijo - ¿Vienes?

- Em... no, creo que miraré desde aquí.

- Va, va, no seas soso.

- Ffff... tres tiradas y me voy.

- Perfecto.

Todo el mundo sabe cómo va a ser menos él. Eva se sienta en frente de Hugo y le mira provocadora. Él que está enamorado de ella desde primaria le sigue el rollo. Gira la botella una vez. Sam y Diego se van al baño a "besarse". Gira la botella una segunda vez. Tere y Martín se van al baño también. Gira la botella por tercera vez. Eva y Hugo.

- ¿Vamos? – pregunta ella.

- Claro – responde él nervioso.

Ambos se meten en el baño. Pero ninguno de los dos hace nada.

- ¿No piensas besarme? – dice ella.

- No sé – dice él.

Ella se lanza. El alcohol estaba haciendo su efecto y ella le levanta la camiseta hasta quitársela mientras se besan, él se deja hacer. Después le quita los pantalones y se separa.

- ¿Sabes? – dice Eva – Eres más payaso de lo que pensaba.

Coge la ropa de él y sale del baño dejándolo en calzoncillos.

- ¡Mierda! ¿Cómo me he dejado engañar? ¿Y ahora cómo salgo? Vale, va.

Sale del baño y se encuentra a todo el instituto esperándolo en la puerta con móviles y cámaras para grabarlo y hacerle fotos. Encuentra su ropa en una mesita en el recibidor de la casa, la coge y se va de allí. El lunes será el hazmerreír del colegio. Más aún.

Mientras se va puede oír perfectamente a Eva gritar "Para que sepas con quien te metes, ¡pringado!".

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