35. ¿PREPARADOS?

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Sam y Mai pasaron el resto de la semana tramando lo que le harían a Laura sin que Eva lo supiera ya que les había dicho que la dejaran tranquila de momento, pero eso a ellas no les convenció.

Laura no se había vuelto a acercar a Hugo, tampoco es que Eva lo dejara solo como para que se acercara, y ella no quería más problemas con la novia del único amigo que había hecho en el instituto.

Eva no dejaba a Hugo ni a sol ni a sombra, se había pasado toda la semana durmiendo en su casa con la excusa de que la ayudara a estudiar para que su padre no sospechara, pero entre otras cosas, sí, habían estudiado.

Y llegó el viernes al mediodía.

- ¡Chicas! Me voy a comer con Hugo, a las nueve en tu casa ¿no? – dijo dirigiéndose a Sam.

- Sí. Ven bien guapa, que tienes que ser la reina.

- ¿Lo dudabas? Tengo un modelito que os va a dejar flipadas – dijo cogiendo a Hugo de la mano y empezando a andar hacia casa.

- Nos vemos luego – chilló Mai – ¡va a ser una GRAN noche!

Eva y Hugo fueron a comer a casa de ella, Kike trabajaba toda la tarde y Gerard se quedaba al comedor del colegio, así podrían estar solos.

- ¿Sabes? – dijo Eva – haber pasado tanto tiempo contigo ésta semana no me ha aburrido; al contrario, cada día te quiero más.

- ¿Y eso a qué viene? ¿No estarás tramando algo? – dijo Hugo sorprendido.

- ¿Qué pasa? ¿Tengo que tener algún motivo especial para quererte cada día más?

Eva entrelazó sus brazos por detrás de la cabeza de él besándolo con ganas. Hugo sorprendido gratamente la agarró por la cintura acercándola más a él.

- ¿Sabes de qué tengo ganas? – dijo Hugo besándole el cuello – de que sea ésta noche, y de que seas la más guapa de toda la fiesta, y de que después de la fiesta vengas a dormir a mi casa a "estudiar matemáticas" – le guiñó un ojo – Pero ahora – dijo parándose en seco y separándose– tenemos que comer.

Hugo dejó a Eva con las ganas; hicieron una ensalada de pasta para comer y más tarde se echaron la siesta juntos abrazados en el sofá. Cuando se hizo la hora de irse, Eva bajó con un precioso vestido ajustado, Hugo en cambio iba un poco más tirado, como fue a la primera fiesta: pantalones vaqueros, camiseta blanca y una cazadora de cuero.

Cuando llegaron a casa de Sam, la fiesta ya había empezado. Se habían entretenido entre besos y mimos por el camino.

- ¡Eva! Por fin llegáis – dijo Sam.

- Sí tía, podíais haber tardado más y ya si eso no empezamos el pl... - Mai recibió un codazo por parte de Sam.

- ¿Empezamos el qué? – preguntó Eva intrigada.

- Nada – respondieron las dos al unísono dejando a Eva con la duda.

Te necesitoWhere stories live. Discover now