XII

506 67 13
                                    

La cena familiar que habían tenido la noche anterior no había sido suficiente para distraerlo de ese "te quiero" compartido a través de mensajes de texto.

KyungSoo recuerda estar a punto de colapsar, que su corazón se había acelerado demasiado y que su omega se había encontrado en una faena de entusiasmo de la que difícilmente pudo escapar.

Luego llegó la culpa, una vez más, al pensar en SooJung.

Querer era hermoso, recibir el sentimiento era magnífico, joder, era lo mejor, pero tener ese tipo de conexión, ese tipo de sensaciones en medio de una pareja reconocida y establecida no le dejaba un buen sabor en la boca, aunque lo suyo con JongIn fuera legal, auténtico, algo que iba más allá de su razón y lógica.

Porque al fin y al cabo, JongIn no era suyo plenamente. Compartían la misma alma, pero quien estaba a su lado, dando la cara como su pareja, era alguien más.

Por despecho, había bebido más vino del recomendado. Sumido en su tristeza y expresión alicaída, BaekHyun no lo detuvo, pero estuvo atento a que no se sobrepasara de un límite adecuado. Él lo cuidó en todo momento, a pesar de estar con su propio alfa, sostuvo su mano por encima de la mesa y le sonrió con cariño y apoyo, haciéndole saber que él siempre estaba ahí, a su lado.

Cuando partieron, KyungSoo se sentía un poco mejor. ChanYeol había sido un buen conversador; no le era difícil animarlo, y eso había dejado a su corazón más relajado y ligero. Compartió algunos mensajes con JongIn, naturales, igual de fluidos, un poco desinhibidos, como podría mostrarse tras una pantalla, y finalmente se acostó a dormir sin haber tocado el tema del millón de dólares: sus sentimientos. Y, si es franco consigo mismo, eso era lo mejor por el momento.

Al día siguiente, a las ocho de la mañana en punto, KyungSoo se encontraba listo para recibir a JongIn e iniciar su día ajetreado. Sentía una ligera molestia en la cabeza a causa del alcohol, pero fue controlada con una pastilla que tomó después de desayunar. BaekHyun estaba terminando de arreglarse para ir a trabajar. Él parecía una persona totalmente distinta al hombre cabizbajo, silencioso, gris y super delgado de antaño; ahora eso era solo una sombra triste del actual BaekHyun, un tipo sonriente, brillante, un poco ruidoso, con color en las mejillas y de aspecto más saludable.

Su amigo había sufrido una metamorfosis maravillosa e increíble con el cambio de trabajo y la llegada de su compañero. No hacía más que hablar maravillas de su jefe y los demás empleados de la cafetería, de lo bien que se sentía trabajando en ese lugar y lo entusiasmado que se encontraba por poder ayudar en la elaboración de los postres que se vendían en el local. También había recibido un teléfono de manos de ChanYeol y ahora sonreía cada dos por tres mientras se mensajeaba con el alfa. Él estaba bien, y eso lo dejaba tranquilo en verdad.

JiHyun y SooBin habían decidido acompañar a BaekHyun al trabajo; sabiendo que serían bien recibidos por Lu Han, ambos omegas mayores aceptaron la petición. BaekHyun, ya listo y sonriente, se acercó a él y le acarició el cabello de esa forma tan paternal y cálida suya que lo dejaba en un estado de relajación y serenidad absolutos. KyungSoo se dejó hacer con los ojos cerrados, como un niño que estaba siendo reconfortado por su padre, y el mayor le susurró con cariño y voz suave y amable:

ㅡYa nos vamos. Disfruta de tu día con el señor Kim, y, por favor, KyungSoo, no pienses demasiado; solo déjate llevar y que las cosas fluyan a su ritmo, después de todo, es la voluntad del destino.

KyungSoo le dio una sonrisa pequeña y asintió, más para sí mismo que para el mayor. ¿Debía seguir sus consejos, de verdad? En ese punto, KyungSoo ya no sabía qué debía hacer y qué no. De lo único que era consciente a plenitud era de su querer por JongIn y su deseo de estar siempre a su lado.

Explosión Y Expansión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora