Señora Manoban | Jenlisa

CAPÍTULO 13

La pelimorada despertó desesperada tras aquel terrible sueño, su corazón estaba agitado y gotas de sudor caían por su frente, vió a su izquierda y ahí estaba su novia durmiendo tranquilamente con la respiración calmada

Se recostó nuevamente mirando el techo, otra vez tenía esa pesadilla donde su tío, Wang le pedía a gritos que lo ayudara

La muchacha le había escondido a Jennie que el imbécil de Kang envió pedazo del cuerpo de su leal tío a su departamento, no soportó la escena y se desmayó

Siempre quiso saber de Choi pero Jennie le prometió que se encargaría de él, así que lo dejó en sus manos

Cuándo Jennie la llamó del hospital y le contó cómo había arrestado a Kang, no sintió ni un pequeño alivio, ella lo ignoró y siguió con su vida

Pero las pesadillas volvían, ahí estaba su amado tío, Jackson Wang diciéndole que Kang debería pagar por todo el sufrimiento que le hizo pasar y
tenía que jurar absoluta lealtad hacia Jennie Kim

Por la cabeza de Yiren pasó en ir a la cárcel y matarlo con sus propias manos pero sabe que no sería tan fácil

La pelimorada se levantó de su cama, no había dormido pero tampoco se había dado cuenta cuando había amanecido, su mente no dejaba de reproducir la voz de Wang diciéndole que vaya

Salió de la ducha, se vistió y dejó un beso en los labios de su novia, rió cuando recordó el día que conoció a Lisa y pensó que era el amor de su vida

Bueno puede que haya tenido unas cuatro novias en cada año pero sabía que Yoorim se había clavado en ella como nunca antes

- Necesito ver al señor Kang Haneul - le dijo a uno de los guardias

No sabía cómo había llegado hasta aquí pero cuando se dio cuenta, ya estaba pronunciando las palabras a aquel guardia que se ocupaba de las visitas

No siquiera llevaba algún arma, solo quería decirle unas cuantas cosas al infeliz, lo que se prometió es que acabaría con Kang el minuto uno en que salga de esta cárcel

Yiren esperaba sentada en unas de las bancas esperando a aquel despiadado hombre, la sala estaba vacía puesto que era muy temprano

- ¿Quién eres? - preguntó, un guardia venía con él y lo acercó a Yiren, al lado de esta lo esperaba un oficial para cualquier cosa que pasase, el hombre no tomaba asiento - Habla rápido, no estoy para juegos

- Soy Yiren... - habló con una sonrisa, su mirada se posó en algo característico que colgaba del cuello del hombre, luego observó la cara con cicatrices de aquel hombre, o le estaba yendo mal en la cárcel o Lisa tiene mucha fuerza - Wang Yiren... -

A Kang se le formó una sonrisa al escuchar el apellido sin embargo por dentro quería escapar de ahí, sabía que no tenía como defenderse si ella estaba ahí para saldar cuentas porque dudaba que viniera a jugar a las muñecas

- ¿Y eso me importa?

- ¡Por supuesto! Pero vamos, toma asiento. No tengo prisa - Yiren se acomodó de brazos cruzados en aquel incómodo lugar

Kang decidió aceptar pero temiendo por su vida

- ¿Qué se te ofrece? - preguntó con desagrado, la pelimorada observaba cómo el policía que trajo a Kang ni se inmutaba, al parecer tampoco estaba escuchando, solo miraba un punto fijo del otro lado

- Oh nada - rió - Sólo quería decirte que llegaron bien los restos de mi tío a mi departamento, no se como conseguiste mi dirección pero lograste hacer que llegarán - trataba de no derrumbarse ante ese recuerdo - Felicidades - una voz gruesa salió de ella intimidando a Kang