Capitulo 4

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Huye hacia adelante

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25 de enero, 7:00 pm, salón de eventos, última planta.

Tal y como dijo Miles, era hora del discurso de bienvenida. Demasiadas miradas puestas sobre él, esperando...¿esperando qué? Sea lo que sea, Phoenix tiene que decirlo. Y antes de subir a tomar el micrófono, Miles lo detiene.

—Espera, tienes la corbata mal puesta—Con rapidez, las manos de Edgeworth se encaminan por la prenda para nudarla. Una vez más, Phoenix aprecia a su amigo tan de cerca—¿Sigues nervioso?

—No lo sé, creo que estoy nervioso y emocionado al mismo tiempo.

—Es buena señal—Miles se toma la molestia para arreglar la corbata y acomodar el cuello de la camiseta—Buena suerte, Wright.

—Phoenix—Corrige el abogado con una sonrisa amable.

—Cierto, Phoenix.

Ya estando listo, el abogado camina al burete, donde Franziska lo mira como diciendo "arruinas esto y yo arruinaré tu cara". Phoenix traga, y mira el público, buscando algún rostro familiar, entonces observa a Maya, tiene una sonrisa y otro cóctel de frutas en la mano, Phoenix casi puede oír sus ánimos. Junto a ella está el inspector Gumshoe, quien también está feliz. Incluso Larry lo mira con asombro, "¡Tú puedes Nick!" diría.

Y por último mira a Edgeworth. Sentado en primera fila, analizando el escenario, no le quita los ojos a Phoenix en ningún momento; es tranquilizador, una vez más, Miles aflora la valentía de Phoenix.

—Y ahora, un discurso de el invitado estrella, el abogado defensor Phoenix Wright—Anuncia Franziska antes de tenderle el micrófono. Phoenix lo toma, lo acerca a su boca y deja que las palabras fluyan.

—Gracias a todos por permitirme estar aquí, es un honor poder presenciar un evento de tal escala como este, también quiero agradecer al señor Notefies Demí por su invitación.

Phoenix habla sobre la marcha, no tiene ni un segundo para pensar, deja que las palabras escapen. Huyendo hacia adelante, como siempre.

Lamentablemente, huir trae consigo problemas, y fué que en mitad del discurso, Phoenix no supo que más decir, el público sigue esperando su habla pero no puede. De golpe su mente se queda en blanco.

«No no no no no no...cálmate, no pasa nada, lo estás haciendo bien»—Piensa Phoenix mientras trata de seguir mirando al público—«Arrgg, no sé qué más decir ¿debería devolverle el micrófono a Franziska?».

Pero entonces encuentra su profunda y oscura mirada. Edgeworth no ha dejado de mirarlo, su rostro sigue en total calma, se ha percatado del problema pero no parece preocupado. Wright se mantiene firme, no necesita nada más, tan sólo mantenerse firme, como siempre lo ha hecho; como siempre será.

Phoenix termina su discurso, con la frase final de "disfrutemos de esta increíble noche", el público responde con un aplaudo, incluso alguien (Maya) soltó un silbido. Phoenix baja del escenario y por fin puede respirar tranquilo. Nunca le ha gustado ser el centro de atención, pero Edgeworth tiene razón: debe reconocer sus avances.

—Nada mal, Phoenix Wright—Le comenta Franziska—Parece que esta noche no vas a bailar con mi látigo.

—Amén a eso—Responde Phoenix con gracia—Has hecho un gran trabajo como anfitriona, nunca he estado en una fiesta tan elegante.

—Por supuesto que no—La fiscal parece estar más tranquila, lleva una copa de limonada mineral en la mano y en la otra su querido látigo. Es curioso ver a Franziska sin el clásico atuendo que la caracteriza, se ve hermosa e indomable—Tener todo bajo control y pensar en todas las posibilidades, ese es el método de un Von Karma.

Lo nuestro en la ciudad [WrightWorth]Where stories live. Discover now