~°•One-Shots Rayllum•°~

Hogar (AU Cannon)

[Rayla y Callum]

Los párpados de Rayla temblaban, su respiración era acelerada y su mente estaba en un laberinto cruel.

Callum dormía a su lado, pero lamentablemente no era suficiente. La pesadilla en su cabeza no cesaba.

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Rayla estaba parada a unos cuantos centímetros del borde de la Torre Tormenta. Frente a ella estaban Runnnan, Ethari, los compañeros que ella "abandonó" en la misión para acabar con la vida del Rey Harrow y Ezran, además de otros elfos que ella conocía y otros que no.

Todos la miraban con odio y desprecio.

—¡Traidora!— gritó uno de los elfos en la multitud.

—¡Eres una cobarde!— gritó una elfa para reforzar el mensaje del elfo anterior.

—¿Qué?— preguntó Rayla con la duda apoderándose de ella.

—¡Eres igual a tus padres!— gritó un elfo desconocido para Rayla.

—Nunca debí confiar en ti— dijo Runnan sobresaliendo entre todos aquellos elfos.

—No, Runnan. Yo...— Rayla quiso hablar, pero no se le permitió.

—¿Puedes explicarlo?— preguntó Runnan sabiendo exactamente qué era lo que Rayla iba a decir— Pues yo creo que no.

—Estoy tan decepcionado de ti...— Rayla escucho la voz de Ethari decir esto.

Su corazón se partía con cada palabra.

—¡No! Sólo denme una oportunidad...— rogó Rayla.

—¡La tuviste y la desaprovechaste!— le gritó Runnan callandola— Ya no mereces ser una de nosotros.

En ese momento, todos los elfos empezaron a avanzar hacia Rayla. Ella quiso retroceder, pero el borde de la torre ya se encontraba debajo de sus pies.

Todos los elfos la tomaron bruscamente de los brazos y la inclinaron hacia el vacío con la amenaza de soltarla. Sus miradas de odio se clavaban en Rayla como navajas envenenadas.

Pero de repente, la mirada de Rayla se enfocó en lo que había más allá de todos esos elfos.

Era Callum.

Estaba herido, y aunque nada se veía grave, si se veía muy mal.

Rayla debía preocuparse más por ella en estos momentos, pero decidió no hacerlo.

—¡Callum!— ella gritó haciendo que los elfos que la sujetaban voltearan a ver al mencionado. Y, por alguna extraña razón, dejaron a Rayla nuevamente en el suelo. Y además le abrieron paso a Callum mientras el caminaba lentamente hacia Rayla.

Cuando Callum estuvo frente a frente con Rayla, ella lo envolvió en un abrazó.

—¿Estás bien?— preguntó Rayla al tiempo que abrazo a Callum.

Pero Callum separó a Rayla de el bruscamente tomándola por los hombros. En ese preciso momento Rayla pudo ver en el rostro de Callum una mirada de odio, rencor y enojo.

—¡Todo esto es tu culpa!— le gritó Callum a Rayla para que casi al instante la empujara al vacío.

Rayla solo pudo sentir el fuerte empujón que le dio Callum, para después sentir el viento como una roca chocando contra su espalda.