~°•One-Shots Rayllum•°~

Flores (AU Cannon)

[Rayla dragón y Callum humano]

Callum caminaba de la mano con Rayla. Las alas y cola de ella casi arrastrándose por en piso cubierto de pasto.

—¿A dónde me llevas?— preguntó Rayla mirando a Callum.

—A un lugar...— Rayla rodo los ojos— que te va a gustar mucho— siguió Callum.

—Bueno, supongo que tendré que conformarme con esa información— dijo ella dándole un pequeño golpe a Callum con su cola, haciéndolo soltar una pequeña carcajada.

Siguieron caminando un largo rato pasando por altos árboles y caminos despejados. Hasta que llegaron a un pequeño claro, con el piso vestido en flores de varios colores.

—Mira, ya llegamos— le dijo Callum a Rayla.

Ella recorrió el campo con sus bellos ojos y una sonrisa en sus labios.

—Es muy hermoso— dijo empezando a caminar— Nunca había visto algo igual.

"Nunca había visto algo igual". A Callum le dieron algo de tristeza esas palabras. Sabía que en la pequeña celda en la que Viren había puesto a Rayla para aprovecharse de su magia la había apartado del mundo.

Aunque ahora agradecía que la personalidad de Rayla floreciera con ese carácter carismático y sarcástico que siempre estuvo destinada a tener una vez que estuvo en libertad.

Callum lo sabía, no dejaría que Rayla fuera puesta en esclavitud de nuevo. Mientras... la haría feliz.

—Oye— empezó a decir Rayla— ¿y cómo conoces este lugar?

—Mi mamá me traía aquí antes de casarse con el rey— le dijo Callum— Jugabamos con las flores y las trenzabamos. Después de que ella murió ya no volví, pero nunca olvide el camino.

Rayla lo miró algo triste, así que recogió un par de flores y se acercó a Callum.

—¿Sabes algo? Yo no se trenzar las flores— dijo enredando una en la correa del cuaderno de bocetos de Callum.

El sonrío.

—Supongo que yo tendré que enseñarte— dijo el tomando una flor azul de las manos de Rayla y colocandola en su oreja.

Ambos se sentaron uno enfrente del otro, las alas y cola de Rayla descansaban sobre el suelo cubierto de flores.

—Muy bien— empezó Callum— Toma muchas flores, aproximadamente unas... ¿treinta?

Rayla obedeció y ambos recogieron esas flores y unas cuantas más.

—Muy bien, empieza por tomar tres. Luego la de la izquierda la vas a pasar encima de la de en medio, luego la de la derecha la vas a poner entre las dos que acabas de cruzar— Callum daba instrucciones y Rayla las seguía.

Al poco tiempo no hizo falta que Callum le dijera a Rayla que hacer. Ella seguía el paso e incorporaba y trenzada las flores con rapidez.

—Eres muy buena en esto— le dijo Callum a Rayla.

—Tengo un buen maestro— dijo Rayla apartando por un segundo su vista de las flores para mirar a Callum.

Después de un rato ambos habían acabado de trenzar todas las flores que habian recogido y unas adicionales.

—Ya termine— dijo Rayla con una sonrisa.

—Yo también ya terminé— le dijo Callum.

—¿Y qué hiciste?— preguntó Rayla.