Amanecer (AU Moderno)

594 34 12
                                    

[Rayla y Callum]

El sol se asomaba por entre los árboles grandes y frondosos del bosque. Estaba amaneciendo.

Tanto cuando amanecía, como cuando anochezia, los colores del paisaje de mezclaban unos con otros.

A Rayla y Callum les encantaba verlos juntos. Aunque esa mañana le tocó a Callum verlos sólo.

El sol de la mañana entraba perfectamente en su, un poco desordenada pero, cálida habitación. Gracias a que las cortinas blancas eran finas como el papel.

Callum estaba acostado sobre la suave almohada y sus ojos verdes, aún un poco somnolientos, estaban posados en la hermosura frente a el.

Callum miraba dormir a Rayla, sin duda estaba muy cansada. El día de ayer trabajó sin parar, a veces se preguntaba porque se excedía tanto.

Ella estaba suave y quieta. La luz matutina brillaba en su piel pálida, podía escuchar su respiración, su aliento recorrió la nariz de él, y por un momento deseo que estuviera despierta. Solo para decirle que amaba su aroma.

Callum sabía que en unos cuantos minutos ambos debían levantarse, pero simplemente no quería. Le encantaba verla, parecía que no se cansaba de hacerlo. Además, le parecía que cada vez que se le quedaba viendo como ahora, siempre descubría algo nuevo.

Una cicatriz.

La recorrió suavemente con su dedo índice, no parecía que haya sido algo grave. La miró a la cara de nuevo.

Sabia que ella había vivido una vida antes de él, y no le molestaba. Lo que quería era que el resto fuera con el.

El cerró los ojos y dejo escapar un pequeño suspiro, con un volumen algo fuerte. Los abrió de inmediato para ver como a Rayla le había molestado un poco eso.

Ella se llevó suavemente las manos a la cara sobre la almohada y se movió un poco más cerca hacía Callum. Sus labios dejaron escapar un pequeño zumbido y extendió su brazo hacia el castaño antes de volver a acomodarse y hundirse tiernamente en la almohada.

Callum la miro de nuevo detenidamente. No solo creía que cada vez que la miraba encontraba algo nuevo en ella, sino que también se enamoraba más.

Disfruto esa última vista que contemplo de su rostro adormilado y tranquilo mientras se preparaba para despertarla, aunque no quería irse nunca. Al menos mientras la veía dormir.

Se estiró un poco y gracias a la ventana que se encontraba un poco abierta, el viento cálido y dulce de la mañana entró y perfumo la habitación revolviendo los cabello castaños de él y los albinos de ella.

No pudo evitarlo, se volteó hacia ella y depósito un suave beso sobre su muñeca antes de despertarla.

—Hey... hey, Rayla— Callum susurró — Ya tienes que levantarte.

Callum notó como las orejas de Rayla se movieron ligeramente notando el sonido que el acababa de hacer. Sin embargo, ella aún no despertó.

Ray... hey, despierta— él lo intentó de nuevo y esta vez acaricio suavemente su rostro con su mano.

Ella apretó un poco sus párpados y abrió muy lentamente sus ojos, apenas dejando un ver un poco del color amatista de sus pupilas.

—¿Qué?— ella logró gesticular.

—Dije que ya debes despertar— Callum le dio orden a algo de su cabello plateado despeinado.

Ella volvió a cerrar los ojos y se estiro suavemente sobre la cama. Callum se hizo un poco a un lado otorgándole movimiento.

Ella tarareó algo y volteó a ver a Callum examinando su rostro. Mientras el veía sus ojos con algo de sueño, aún siendo adornados por las marcas elficas de color azul violáceo bajo sus ojos.

—¿Llevabas más tiempo despierto?— ella siseó.

—Mmm, solo un poco— él dijo mirando el techo.

Ella se recostó en la cama de la misma forma que Callum para poder ver el techo igualmente, aunque obviamente no había nada.

Ella dejó salir un pequeño suspiro para después cerrar los ojos y hablar.

—No quiero levantarme.

—Tienes que hacerlo aunque no quieras— el volteo a verla.

—Ya lo sé— ella sonrió viéndolo también— Bueno, me levantaré. Solo quedémonos aquí unos minutos.

—Esta bien— Callum dijo al tiempo que levantaba una sábana para cubrirlos a ambos.

Bajo las sábanas se miraron un poco más.

—No estamos seguros aquí— dijo ella.

—¿Bajo las sábanas?

—Exacto.

—¿Por qué?

—Porque aquí podrían encontrarnos.

—¿Quiénes?

Rayla miró hacia el techo, tenía cara de que estaba pensando. Pronto volvió a mirar a Callum, para contestar lo que él le había preguntado. Bueno, casi.

—No lo sé— dijo ella soltando una carcajada.

—¿Cómo que no sabes?— Callum también comenzó a reír.

—Aún sigo muy dormida, ¿qué es lo que esperabas?— ella bromeó.

Pronto el sol empezó a entrar mucho más en la habitación, gracias a la ventana, lo suficiente para iluminar la cama y, en pocas palabras, toda la habitación. También se empezaron a escuchar los cantos matutinos de los pájaros volando de aquí para allá.

De pronto a Callum se le ocurrió sacar un tema que no se le había ocurrido antes.

—¿Cómo dormiste?— preguntó él.

—Supongo que bien. No me siento tan cansada como ayer en la noche.

—Que bueno— él le regalo una sonrisa.

—¿Y tu cómo dormiste— ella se recostó un poco más contra la almohada y le empezó a acariciar el cabello castaño a él.

—Bien, siempre que lo hago a tu lado.

Ella se sonrojo, pero al momento lo oculto con su mano y se paró de la cama para proceder a estirarse. Él la vio mientras lo hacía.

—¿Qué vas a hacer?— le preguntó él.

—Levantarme, ¿qué más?

—Hace un momento dijiste que no quería hacerlo— el le sonrió.

—Bueno, pues ya me levanté supongo que debe ser suficiente, ¿no?

El también se levantó de la cama, y se dirigió hacia ella. Entonces le llegó el recuerdo, había estado tan ocupado y distraído observandola que olvidó por completo algo.

Él la tomó de la muñeca, la misma que había besado hace un rato. La jalo hacia él y puso sus manos sobre su cintura y ella no tardó en ponerlas en su cuello.

—Buenos días— le dijo Callum suavemente y ella lo besó.

~°•One-Shots Rayllum•°~Where stories live. Discover now