VEINTIUNO

17.1K 1.1K 46
                                    

Amir

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Amir

Suelen decir que ser y parecer son dos conceptos diferentes, uno puede ser uno mismo sin filtros y dependiendo a como se sienta en el momento, pero parecer es lo que uno quiere demostrar a los demás sin ser cierto, ocultándose tras una fachada falsa y que tarde o temprano acaba por desaparecer.

Un de los momentos que más disfruté de este viaje es ver con se les cae la careta a mis amigos, sus rostros cambió de manera tan drástica que no parecían ellos, y esta es la primera de muchas lecciones que les espera y haré que se arrepientan a tal punto que jamás jugaran con algo tan importante como respetar las decisiones de los demás.

Lauren estaba hermosa, su mirada destellaba emociones que tal vez ella desconocía. Disfruté la forma que se comunicaba con mi familia, y sobre todo me divertí al ver cómo retiraba su mano disimuladamente después de posar la mía sobre la de ella.

—Nos hubiera gustado conocer a tus padres, Lauren— dijo mi padre.

—Los conocerán, pero no es el momento, su viaje se alargará por unos meses más— Lauren mintió y entendí que es porque ellos aún no lo sabían.

— Esperaremos ese día— añadió mi madre.

Lauren sonrió y después me miró rápidamente y continuó cenando.

—Lauren me gustaría ir mañana de compras por Londres, ¿me acompañas? — Sarah habla con la que ahora es mi prometida y sin darle un margen para que ella pudiera contestar me pregunta a mí—. Hermano ¿te parece bien?

—Por mí no hay problema, si a Lauren le apetece...

—Cuenta conmigo, Sarah.

Mi hermana sonrió al ver que Lauren aceptó ir con ella de compras.

Últimamente me di cuenta de que cada vez que la miraba sus movimientos pasaban a cámara lenta frente a mí, es como si el tiempo se congelara y yo me perdía en su belleza, su hermosura no se merece ser marchitada por nadie y mucho menos por su trabajo. Mi mente me advierte que ande con cuidado porque esta se estaba instalando en mis pensamientos y no los abandonaba.

—Estáis raros, chicos, ¿qué os pasa?

—Nada, solo que estamos sorprendidos por tu compromiso.

—No lo parece, y eso que me di cuenta de que desde que visteis a mi prometida no paráis de cuchichear entre vosotros.

Adil aclaró la garganta y después Hassan contestó—. Solo que nos sentimos molestos porque no nos contaste sobre tus intenciones.

Alce las cejas y deje de mirarlos para mirar a Lauren, después vuelvo mi vista a ellos y les dediqué una forzada y a la vez divertida sonrisa la cual los deja más sorprendidos que lo que ya estaban.

—Dicen que brindar con agua trae mala suerte, por eso quisiera brindar por ustedes, queridos amigos. Por más hombres como vosotros que se preocupan por un amigo y en este caso por mí.

Si son tan inteligentes como quisieron hacerse al contratar los servicios de una dama de compañía, serán capaz de entender mi ironía aunque dadas las circunstancias de inteligentes no tienen nada.

—Ha sido un placer conocerlos y cenar con ustedes, la pase muy bien — la cena llegó a su fin y Lauren procedió a despedirse para luego llevarla a casa.

—El placer ha sido nuestro, querida. —Añade mi madre y después se retiraron a su habitación, Sarah antes de irse le recordó a Lauren la cita de mañana y después nos quedamos solos cuando mis amigos se marcharon.

—Vámonos, Hob te llevo de regreso a tu casa.

—No es necesario que me llames así, estamos solos.

—¿No te gusta?

—No es eso, solo que me siento rara.

—¡Vaya!, no pensé que te hacía sentir incómoda.

—Buenos, tampoco es eso, Amir, solo que no hay más que un trato entre nosotros y ...—la interrumpo.

—Pues hagamos que parezca real sin dejar de ser un trato, juguemos a ser la pareja perfecta aunque estemos a solas, ya que solo es un trato, disfrutemos mientras dure.

Ella guardó silencio y después se adentró en el auto, pero cuando me posicioné junto a ella en el asiento del copiloto terminé de hablar.

—Será más llevadero.

—Vale, hagámoslo —sonríe y le correspondí a esa sonrisa.

—Bien, hagámoslo —repetí y después la miré por unos largos segundos.

Mi única intención es hacerla sentir cómoda mientras esté a mi lado, porque después de la boda estaremos viviendo juntos y lo último que quiero es que las horas junto a ella pasen lentas por no sentirse bien conmigo o insegura.

—En serio, Amir tus padres son lo más, creo que se ganaron mi simpatía de por vida. Su forma de sonreír, de hablarme fue tan especial que nunca nadie se dirigió a mí de ese modo y más sabiendo que no pertenezco a vuestra cultura, que soy una completa desconocida.

Lauren habla emocionada mientras comentamos la cena de esta noche.

—Nuestras creencias no son diferentes a otras religiones, Lauren, creemos en un solo Dios y eso es todo, lo que pasa que la sociedad hace ver cosas que no son, pero eso no significa que seamos raros ni nada parecido, además mis padres siempre respetaron mis decisiones y saben que si las decido así, es porque las he analizado bien antes de tomarlas.

Nos detuvimos en el semáforo, aproveché que este estaba en rojo y la mire fijamente al ver que no dijo nada sobre lo último que le dije.

—¿Te costó mucho decidir sobre nuestro trato?—preguntó.

—No, no me costó mucho decidir sobre nuestro matrimonio, no soy quien para juzgar a nadie y contigo no lo hice, no lo pienso hacer porque sé que nadie vende su cuerpo por placer, muy en el fondo de mí algo me dice que ocultas cosas terribles sobre tu vida y que intentas taparlas con una sonrisa, y aun así no te juzgo.

—Entonces lo haces por pena. — Afirma.

—No retuerzas mis palabras, Lauren, no siento pena por ti, no pretendo sentirlo y créeme que no me das pena.

—¿Y por qué lo haces?, y no me digas que es solo por tus amigos.

—Porque quiero, porque puedo hacerlo y porque me da la gana y sí, el principal motivo es por ellos, ya viste qué cara se les quedó al verte.

Ella no dijo nada más, solo se limitó a guardar silencio mientras el ambiente se hacía pesado.

Ella no dijo nada más, solo se limitó a guardar silencio mientras el ambiente se hacía pesado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Pagada para seducir al ÁrabeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora