yeosang estaba roto. nadie se había dado cuenta excepto él. park seonghwa no estaba dispuesto a que yeosang fuese derribado por el dolor. es por ello, que durante una semana se grabaría expresando su fuerza y todo lo que pensaba del menor. sobre tod...
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Nuevos personajes.
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Aquel día había sido oscuro para ambos chicos.
Yeosang no había ido al instituto. Aquel día, su pesadez y sus preocupaciones le habían sucumbido. Era como que solamente existía un Yeosang lleno de tristezas, que no deseaba nada más que llorar y llorar. Y eso era lo que había hecho. La noche anterior, en mitad de la madrugada, varios mensajes que le llegaron hicieron que la felicidad que sentía disminuyese, convirtiéndole en un mar de lágrimas. Si de por sí ya había sufrido, esta vez, estaba cayendo en una profunda oscuridad.
Mientras tanto, Seonghwa había buscado a Yeosang por el instituto para saber si aquel chico de rubios cabellos había asistido hoy. Es verdad que le dijo que no le buscase, pero él le "espiaría" para saber sus recorridos o que hacía. Las chicas de la clase del menor se acercaron curiosas al ver al mayor en la puerta del aula.
—¿Oppa, qué hace usted aquí?
Seonghwa salió de sus pensamientos y miró a la fémina de cabellos plateados que se encontraba frente a él. No era muy alta, pero tenía las medidas de una chica de esa edad.
-Oh, Moon... Sólo buscaba a Kang Yeosang.
La chica negó con una suave sonrisa mientras que observaba a aquel pelinegro.
-No ha venido, por lo visto dicen que está enfermo, aunque quizás deberías de hablarlo con nuestro tutor, Ahn Yoon-Oh. Y por cierto ¿Ha venido Hongjoong-hyung?
El pelinegro estudiaba en su cabeza el nombre del tutor de aquella clase, y se sorprendió, era su profesor de literatura oriental.
