capítulo cuatro, miedo.

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Miedo

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Miedo.


El día había llegado y Seongwha no había dejado de pensar en aquel rubio. La última vez que le había visto, fue una semana atrás cuando cambiaron el horario en la ahora, se sentía ciertamente deseoso de poder verle. Sabía que el rostro del menor contendría toda expresión de cansancio. Normal, después de todo lo que estaba sufriendo, de lo que estaba cargando, de todo aquel dolor... Era normal.

Había estado ciertamente ansioso, pues no dejaba de imaginar la situación. Ver a aquel chico de aspecto sereno a su lado, derrumbado, roto... Hacía su cuerpo temblar totalmente. Esperaba poder ayudarle, aunque solo le reconfortase con un solo abrazo.

Aquel día se le había hecho super lento. El paso del tiempo era tortuoso, ni siquiera su clase favorita había logrado que su mente se liberase del pensamiento de encontrarse con el menor.

La campana sonó y el mayor se dirigió a la cafetería, aunque fue detenido por una persona, concretamente por la fémina de cabellos blanco.

—Seonghwa-oppa, gracias por lo de ayer, me hiciste un gran favor.

—¿Mm? Pero si fue una tontería, Moon. —le dedica una suave sonrisa mientras ve como la chica se sonrojaba.

—Quizás fuese una tontería, pero me diste el valor de confesarme. Llevaba tiempo sintiéndome muy atraída por Hongjoong... Y bueno, no sé, simplemente estabas tan decidido de buscar a Yeosang que me diste fuerza para lanzarme después de meses escondiéndole mis sentimientos. Y ha resultado.

—Oh... ¿Estáis saliendo? —su sonrisa se ensanchó, sabía que a su mejor amigo le gustaba mucho aquella chica.

—Pues sí, Hwa —habló una voz tras él.

—¡Hongjonnie~! —comentó la fémina abrazándole con ternura.

—Ya andabas desaparecido, parece que te pasas más tiempo en la sala de arte que en clase.

El mediano soltó una carcajada y los tres fueron juntos a la cafetería.

[ • • • ]

Mientras tanto, el rubio había podido descansar como nunca. La verdad es que se había podido relajar después de ver el video, a pesar de que estuviese nervioso por la quedada con Seonghwa.

Después de un tiempo le vería de nuevo, y no podía evitar pensar si aquel chico había cambiado físicamente. La verdad es que no podía quitarse al chico de la cabeza. Simplemente no podía.

promise ; seongsangOù les histoires vivent. Découvrez maintenant