Lujuria De Alfas «NaruSasuNaru»

-9- «¿Que dices Kakashi?»

Obito•

Luego de haber perseguido a Kakashi por todo el estacionamiento para que me dé un beso, por fin habíamos llegando al departamento que estamos compartiendo.

Bueno en verdad es su departamento, pero, me gusta decir que lo compartimos, después de todo, paso la mayoría del tiempo aquí, mi padre ya ni me debe esperar en casa.

—Hoy te toca cocinar, Obito— dice Kakashi saliendo de la habitación ya con su ropa de casa.

—Nooooo— hago un puchero acercándome a él, para abrazarlo de la cintura— Sabes que no se cocinar, si quieres pido pizza.

—No— dice con voz sería, cruzándose de brazos.

—¿Sushi?— pregunto mirándolo a los ojos.

—Obito no puedes estar esperando que te cocine yo, o pedir comida.— me aleja de él, sentándose en un sillón de la sala— Ya no vives con tu padre, debes aprender a ser autosuficiente.

—Que cruel que eres— digo acercándome a él, subiendo me a su regazo, poniendo mis piernas a cada costado de él— ¿Y si te pago para que me cocines?

—No necesitó tu dinero, Obito—

—No pensaba pagarte con dinero— meto mis manos con cautela bajo su polera, tocando sus bien marcado abdomen— ¿Que dices Kakashi?

—No me parece tan mala idea— dice poniendo amabas manos en mi parte baja.

Me acerco cada vez más a su cuello, aspirando ese adictivo olor a menta, dejo unos besos por su cuello, pasando a su oreja mordiendo el lóbulo de esta.

—Hoy te follo yo— susurro en su oído, bajando a su cuello para morder este.

El gemido que suelta Kakashi es melodía para mis oídos, desde la primera vez que lo hicimos, escucharlo gemir es una de mis cosas favoritas.

Con mis manos voy subiendo su polera con lentitud, aprovechando cada momento para tocarlo más, muy pocas veces está tan sumiso, debo aprovechar.

Ya con la polera sacada, bajo mi boca a su pezón izquierdo, lamiendo este, como si de un dulce se tratara.

Cuando mi intención era claramente morder su pezón mi celular comienza a sonar.

—Obito— dice en voz baja Kakashi, tratando de alcanzar el celular.

—Dejalo que suene, ahora no importa— vuelvo a mi labor de lamer el pezón de mi Omega, mientras la canción de Barbie suena en mi teléfono.

Sonrío cuando está deja de sonar y puedo seguir sin esa molesta canción, dejo de lamer su pezón para subir y a su boca y besarlo, pero en eso suena el celular de Kakashi.

—Dejame responder, puede ser importante— me alejo enojado de él, bajando me dé su regazo para que contesté—Obito es tu padre.

—A—