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En los siguientes tres días, Louis y Harry solo compartieron algunos mensajes. No se vieron por el celo del omega, el cual después de aquella sesión de sexo express en la cafetería, quedó algo mareado cuando llegó a su casa.

- ¿¡Que hiciste qué!? - le había gritado su mejor amigo y prácticamente hermano, Niall, cuando le contó lo que pasó.

- ¡No estaba pensando, Ni! ¡Necesitaba ayuda! - fue lo que respondió al borde del llanto.

- ¡Imagínate que te hubiera anudado, Lou! ¡Podrías embarazarte! - volvió a reprender el omega rubio con las manos en la cabeza.

- ¡Pero no lo hizo! ¡Y me tomé el anticonceptivo hace dos minutos! - dijo con un hilo de voz, sentado en su cama y con la cabeza gacha.

- No voy a controlar todo lo que hagas - suspiró - porque no soy tu papá, soy tu amigo. Pero, por favor Lou, no vuelvas a tener sexo con un alfa desconocido.

- Lo siento - respondió mientras lloraba - pero me trató con tanta dulzura, no fue brusco ni realmente posesivo. Y, aunque yo estaba en celo, supo controlar sus impulsos, me preguntó si era virgen y...

- Y te trató bien aunque lo fueras - asintió.

- En realidad - carraspeó - le dije que no lo era.

- ¡Louis! - bramó - ¿Sos idiota?

- ¡Lo sé, perdón! ¡Fue el momento de excitación, no pensé!

- Se nota - bufó - cuídate, Louis, por dios.

- Ya entendí, bueno - se metió abajo de la frazada.

- Te voy a buscar agua antes de que empiece tu segunda ola de calor y, hagas lo que hagas, que ese alfa no venga a casa - rodó los ojos.

- Ni... - susurró.

- ¿Hmm?

- Es realmente lindo - sonrió. - Y tiene un olor muy atrayente, incluso...

- Como todos los alfas, Lou - alzó las cejas.

- Sí pero, el de él era... suave, digo, suave para ser un alfa, obvio, pero... No me mareaba, sino que me... Me gustaba.

- Ay Lou - rió y se acercó a él, tocándole la frente - estás iniciando tu ola, voy a buscar agua.

- Quiero verlo de nuevo - cerró los ojos con la frente transpirada.

- Está bien, pero no ahora y menos en mi casa - bufó y salió por la puerta.

Desde entonces, Louis sonríe con cada mensaje del alfa de ojos verdes y Harry, en su casa, se pone feliz de aún tener contacto con el pequeño omega de aroma dulce. Creía que, por lo que había pasado, no volvería a saber de él. Temía haberlo asustado y haberlo hecho creer que era como todos los alfas.

Pero Louis no creía eso, él había tenido en cuenta el trato de Harry hacia él, tan suave y considerado, avisándole de cada movimiento y agarrándolo con delicadeza, como si le diera miedo romperlo. Y eso, para Louis, fue suficiente para grabarlo en su mente.

Así que hoy, sábado, Harry salía más temprano de su turno y pasaría a buscar a Louis por su casa. Habían hablado anoche y decidieron salir a dar una vuelta, solo para... hablar. O eso tenían planeado.

- ¿Me regas las plantas? - dijo el alfa al teléfono mientras limpiaba el mostrador. Faltaban quince minutos para salir.

- Uh, que paja - respondió su mejor amigo, Zayn, al otro lado de la línea. El moreno estaba en el departamento del rizado desde ayer.

- Dale boludo, no vuelvo a casa hoy.

- ¿Como que no?

- No - tiró el trapo y cambió de mano el celular, llevándolo a su otra oreja - salgo con Louis.

- Ah bien, bro - se escucharon pasos - pero, pará.

- ¿Qué? - frunció el ceño.

- ¿No falta poco para tu celo?

Harry miró la fecha en su celular y devolvió el aparato a su oído con una mueca.

- Sí pero, no creo que sea hoy, no soy tan yeta - rió sin gracia - igual me tomé un supresor cuando llegué al trabajo, lo tuve en cuenta.

- ¿Qué supresores, Harry?

- Los de la caja azul, del mueble - dijo obvio.

- ¿Los que dicen "supresores para alfa, 20 unidades, cápsula blanda, no apto para omegas"?

- Eh, sí - juntó las cejas - ¿Por qué?

- Porque son los que están en tu mueble, ahora mismo.

- ¿Qué? - corrió a su mochila y sacó la caja donde había tomado la pastilla - mierda.

- ¿Qué tomaste, Harry?

- Ibuprofeno - bufó. - Me equivoqué de caja.

- Sos un boludo - se rió del otro lado. - Rezale a todos los santos para que tu celo sea considerado y llegue mañana, porque si empieza y estás solo con el omega... Uff.

- Basta, me das mala suerte - se pasó las manos por la cara - no va a pasar nada.

- Suerte, che - respondió - te voy a regar las plantas por pena ahora.

- Te odio - cortó.

Terminó de acomodar la cafetería y se despidió de Liam, el cual se veía más radiante últimamente porque su hermana ya estaba a punto de parir, y esa noticia lo tenía contento.

Cada uno subió a su auto, y el rizado se dirigió a casa de Louis.

- Compórtate hoy - dijo con la vista fija en el camino, ambas manos en el volante - sé un buen alfa, no podemos asustarlo - hablaba consigo mismo, tratando de calmar al lobo interior, el cual por alguna razón estaba bastante relajado y quieto - tiene que salir bien.

Entonces llegó a destino.

Coffee Shop [l.s omegaverse]Where stories live. Discover now