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Louis entra al auto con una hermosa sonrisa y ojos brillantes. Duda al principio, pero se estira para dejar un suave beso en sus labios como saludo, cosa que al alfa le hace bien y le sonríe de vuelta.

- Estás muy lindo - le dice, observando los jeans negros de Louis, su camisa abotonada azul y su pelo acomodado pero despeinado a la vez.

- Gracias - se sonroja - vos también - halaga su camisa blanca suelta, su pantalón azul de mezclilla y sus rulos sueltos.

Harry sonríe en respuesta y arranca el auto, aún diciendole internamente a su alfa que sea bueno hoy.

El camino al centro y las primeras cuadras caminando son cómodas, no hay silencios molestos o estresantes y la charla es amena, casi continúa. Los únicos momentos donde callan es cuando piensan el siguiente tema de conservación que surge rápidamente.

Harry estaba muerto con ese omega, se deleita con su risa aguda y linda voz, cae rendido ante sus ojos tan azules y se estremece con el aroma suave y pacífico que él desprende. Podría besarlo ahora mismo, pero no lo hace.

No lo hace porque Louis está hablando y no quiere interrumpirlo, tampoco lo hace porque no quiere parecer irrespetuoso, no quiere hacerlo sin su consentimiento.

Entonces se hacen las siete de la tarde y Harry invita a Louis a su casa, olvidandose por completo de tres aspectos:

1. Zayn podría continuar en su departamento pero, en cualquier caso, sería cuestión de invitarlo amablemente a irse.

2. No quiere presionar a Louis, pero ésto deja de ser un problema al momento que el omega acepta gustoso la propuesta y retoma el camino al auto del mayor.

3. Su celo está muy cerca, y mantenerse en un lugar solos, donde solo se sentirían sus olores, no es bueno.

Pero claro, el último tópico quedó olvidado en la mente del alfa cuando el omega entrelaza tímidamente sus manos y lo guía al auto, ambos con dos lindas sonrisas y ojos brillantes.

- ¿Puedo poner música? - pregunta el menor.

- Sí, obvio - responde prendiendo el parlante del auto, dejando que Louis conecte su celular y se reproduzca algo que Harry no conoce pero igual disfruta.

Y disfruta ver de reojo, mientras maneja, a Louis sonreír y mover la cabeza al ritmo, chasqueando los dedos y tarareando.

Siente un apretón en el estómago, y Harry confía que son mariposas, porque le encanta ver esa dulce imágen y oler ese suave aroma.

Ojalá hubieran sido mariposas.

Ojalá hubieran sido mariposas

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Harry le abre la puerta y lo invita a sentarse en el sillón, mientras tanto él hace unos pochoclos y le deja a Louis elegir la película

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Harry le abre la puerta y lo invita a sentarse en el sillón, mientras tanto él hace unos pochoclos y le deja a Louis elegir la película.

El departamento es cómodo, y aunque hay mucho olor a alfa (destaca Louis), no es molesto. Es, en gran parte, el olor de Harry, aunque Louis puede descifrar otro aroma fuerte y sabe que hubo otro alfa en la casa. No comenta nada al respecto.

Con los pochoclos listos y la película elegida, Harry se acomoda al lado de Louis, a una distancia prudente para no incomodarlo. Sin embargo, es el omega el que se acerca despacio al mayor y se acurruca en su pecho.

Finge un bostezo para pasar un brazo detrás de los hombros del omega, típico, pero al pequeño no le molesta y se apoya mejor contra Harry, sin dejar de ver la película.

Un sentimiento cálido se instala en Louis, el cual sonríe.

Otro sentimiento cálido azota a Harry, pero no de la misma manera. Abre los ojos grandes y, sin querer, aulla de dolor.

Louis se marea un momento por el fuerte aroma, dejando caer su mano sobre el recipiente de los pochoclos. Su mirada se nubla y gime bajito.

El olor de un alfa en celo es potente, nauseabundo e irritante pero, a Louis, le genera cosquillas.

- Omega... - susurra, sintiendo dolor en su ingle y un fuerte estímulo en su pecho.

Su celo comenzó y su alfa está gritando alocadamente dentro de él. Respira profundo para controlarse, pero es casi imposible. Quiere decirle a Louis que se esconda y que llame a alguien para que lo busque, pero no puede hacerlo.

- Entraste en celo - le susurra Louis, aún mareado.

- S-si - jadea. Está excitado naturalmente, así que suelta más feromonas.

- Lo puedo sentir - gime bajito, pegando sus manos al pecho del alfa - lo huelo.

- Lou...

- Déjame ayudarte a calmarlo - se pega a él. Louis comienza a sentirse húmedo en sus pantalones, el olor del alfa lo excito lo suficientemente, haciéndolo recordar escenas de su encuentro en la cafetería.

- Sería peligroso - se contiene.

- Me gusta lo peligroso - se encoge de hombros y corre el recipiente de pochoclos, dejándolos en la mesa, para ponerse a horcajadas de Harry.

- Estás mojado - nota.

- Lo estoy - susurra.

- ¿Estás seguro, omega? - lleva sus manos a su cintura, su alfa grita por más, con las pupilas dilatadas.

- Lo estoy.

- Gracias - gime antes de atraparlo en un beso.

Coffee Shop [l.s omegaverse]Where stories live. Discover now