CAPÍTULO VII: VISITAS INESPERADAS

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Un fuerte estruendo proveniente de la entrada provocó que los chicos en la cocina saltarán de sus asientos; Celestine y Andrew no lo pensaron dos veces y de inmediato se dirigieron  hacía la puerta, cuando llegaron su sorpresa fue igual a la de Malcolm.

En realidad si se trataba de la tia Ivy, sin embargo se encontraba amordazada, golpeada y con lágrimas en el rostro. Un hombre desconocido sostenía un cuchillo en su cuello y otros dos sujetos estaban a su lado.

––¿Quién de ustedes es Malcolm? ––preguntó él hombre que amenazaba la vida de la mujer.

––Soy yo ––confesó con el rostro endurecido y enojado.

––¿Te molestaría invitarnos a entrar? ––Aquél hombre habló tan educadamente. Cualquiera creería que era un aristócrata. Malcolm no respondió nada. Se encontraba perdido en los ojos de su tía ––. Sabes hace mucho frío aquí afuera, lo cuál hace que mis manos estén empezando a temblar y no quiero por equivocación cortarle el cuello a ésta pobre infeliz ––Éste enrredó los cinco dedos de su mano izquierda en el cabello de la mujer y fuertemente jaló hacía atrás. Con la otra mano apretó aún más el cuchillo en su garganta. Era una amenaza directa. Malcolm sucumbió ante la gravedad de la situación indicándoles que podían entrar. Ninguno de los chicos se atrevió a hacer un movimiento. Estaban demasiados temerosos por la integridad de Ivy ––. Agarren a esos dos ––Ordenó a sus secuaces. Señalando con el arma a Celestine y a Andrew. Ellos no se resistieron ––. A éste déjenmelo a mí ––Indicó a Malcolm ––. Será mejor que no intenten algo estúpido o les prometo que lamentarán.

––¿Por qué hacen esto? ––Malcolm lo miró directamente a los ojos.

––Todo esto, es por ti ––Explicó vagamente.

––¡No entiendo lo que dices!  ––gritó Malcolm. Todo era muy confuso para él.

––No necesitas hacerlo, al menos no por ahora ––Aseguró el hombre justo después de empujar con gran fuerza a Ivy contra el suelo ––. Debo decirte que la vida de esta insignificante mujer no me interesa para nada, en cambio la tuya si ––Malcolm alzó una ceja atento a lo próximo que diría ––. La verdad estoy aquí para matarte, así que me temo que sí deseás salvarla, tendrás que mandarme al otro mundo, claro siempre y cuando puedas. ––Finalizó con una expresión de gozo en su rostro.

El hombre giró el cuchillo en su mano en múltiples ocasiones y se dirigió lentamente hacía la mujer desplomada en el piso, a continuación se disponía a atacarla.

Malcolm corrió rápidamente con la intención de impedirlo logrando detener con una de sus manos el arma afilada estando a unos escasos centímetros del rostro de su tía, sin embargo resultó herido. Su sangre manchó parte de su camiseta y un poco la madera del piso, pero eso no le impidió arrebatarle el arma.

––Es una lástima. Me queda claro que eres un buen chico creo que me agradas un poco ––Dedujo a la par que estiraba el cuello.

––Te agradaran más mis puños ––Malcolm estaba decidido a defender a su tía.

Éste no sabía si era por la adrenalina o por el fuerte deseo de protejer a su única familia, pero se sentía con la suficiente fuerza para derrotarlo. Incluso la herida en su mano no le dolía para nada.

––Ven a mí ––El hombre acogió una pose de pelea.

Malcolm no lo dudo, se acercó rápidamente hacía él y lanzó el primer golpe, sin embargo él otro lo esquivó y contra atacó con un puño que fue directo al rostro del chico. Malcolm no se inmutó, escupió la sangre de su boca y de inmediato le regresó el favor, ocasionado que éste cayera al suelo al instante puso sus rodillas en los brazos de su enemigo y procedió a golpearlo una y otra vez en la cara tan fuerte que tenía las manos llenas de sangre. Él hombre perdió el conocimiento, pero eso no impidió que Malcolm se detuviera.

Luna Oscura [*En Proceso*]Where stories live. Discover now