Cap 38

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-aquí esta....

El viento comenzó a agitarse con gran fuerza, los arboles hacían un ruido ensordecedor que te estremecía la piel, el aire se hizo pesado de golpe, como si unas manos te tomaran del cuello dispuesto a matarte.

-K...Kikyo...

-l...lo se...

-sigues igual de patética que entonces, querida Kikyo.

Vi como el cuerpo de Kikyo se tensó de inmediato, como si reconociera aquella voz. Sus ojos se abrieron mostrando un terror descomunal, incluso se comenzaron a aguar, como si la sombra de sus pecados pasaran frente a ellos una y otra vez.

-Kikyo...

-no...yo no quise...yo no quise...

-Kikyo, respóndeme.

-Kagome...perdóname....perdóname...

La tome de los brazos viendo con dolor como sus lágrimas descendían por sus pálidas mejillas. Su cuerpo se sacudía con temblores rápidos, como si hubiera caído en un ataque de crisis. Me daba tanto dolor verla así, a ella, quien siempre se mostraba imperturbable...aunque ahora sé que debajo de esa mascara fría se encuentra una mujer llena de culpa y hecha pedazos.

-te ves tan lamentable querida Kikyo. Si tan solo hubieras dejado que la maldad te tomara...nada de esto hubiera pasado. Serias la sacerdotisa más reconocida del mundo, tendrías al hanyou para ti sola...y no habría necesidad de matarte aquí y ahora.

Abrace a Kikyo dejando que llorara en mi hombro. Esa mujer...

-deja de decir tonterías absurdas como esas.

-oh, aquí estas. La única que ha sido capaz de sobrepasar el poder de la "grandiosa" Kagome y la inútil inocente de Mavis.

Cada vez sentí que mi ira hacia ella crecía más. La forma en que se burlaba de ellas...la forma en la que se burlaba de Kikyo...

-tú eres un ser cruel Minerva. Tú eres quien debería estar muerta y no ellas.

la risa de ella ensordecía el lugar, su maldita risa resonaba dentro de mi cabeza, haciéndome hervir la sangre de coraje.

-Kikyo...coge a Lisanna y sigue purificando su cuello.

-Kagome...perdóname....perdóname...

-¡Kikyo!

Hice que ella me viera a los ojos, ante mi grito pude regresarla por un breve momento. Pasaba su vita de mi hacia Lisanna, dos veces, tres veces y entonces asintió sin decir una sola palabra.
Tome su arco y me levante apuntando con decisión hacia Minerva. La odiaba. Ella era la causante de todo esto, de que Kagome, Mavis, Zeref e Inuyasha vivieran este infierno cada día. No más. No permitiré que sigan sufriendo de esta forma. No dejare que se maten los uno a los otros.

-suéltala Minerva.

-no quiero.

-¡NO TE ESTOY PREGUNTANDO, TE LO ESTOY EXIGIENDO! ¡SUELTA A LISANNA EN ESTE PRECISO INSTANTE!

-¿o qué? ¿Piensas que una simple flecha podría acabar conmigo?

-...maldita seas, Minerva Orlands.

Solté la flecha con rapidez, esta fue envuelta en una potente luz amarilla combinada con rosa, no podía fallar. Esa flecha debía ir directamente hacia su pecho.
Entonces, Minerva sonrió.

-idiota.

Con un solo movimiento de su brazo, la flecha desapareció delante de mis ojos.

-¿Qué diablos...?

Mi querida caperucitaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora