Cap 39

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La lluvia había caído hace más de dos horas.
Por la forma de las estrellas, podía deducir que era de madrugada ya.
Sin embargo, nadie se había movido del lugar del encuentro. El sonido de las gotas chocando contra el suelo era todo lo que se podía escuchar. Finalmente habíamos acabado con Minerva... ¿pero a que costo?
Se suponía que habíamos hecho todo esto para salvar a Lisanna. Para que ella no acabara igual que las otras sacerdotisas, pero lo hizo. Está muerta.

-Lisanna...está muerta...

Las lágrimas se confundían fácilmente con la lluvia que nos mojaba. Sentados en el frio pasto, tratábamos de asimilar lo que momentos antes había ocurrido. Minerva desvió la flecha e hizo que terminara en Lisanna... ¿con que fin?

-¿por qué? ¿Por qué...?

-Lisanna era la marioneta de Minerva.

Despacio gire mi vista hacia Kikyo, quien miraba el movimiento de lago, el cual se ondeaba debido a las gotas que caían de su rostro.

-¿Qué dices?

-Lisanna y yo fuimos marionetas de Minerva. Nos utilizó para poder destruir a las Mikos más poderosas...ella fue quien mato a Midoriko, luego de ella vino Mavis y luego de Mavis Kagome....tu, Lucy, eres la fusión de las tres en un solo cuerpo. Tienes la fuerza de Midoriko, la inteligencia de Mavis y el corazón bondadoso de Kagome. Tú representabas la muerte para Minerva. He de ahí que quería tu cabeza.

Yo representaba la muerte para ella...yo le di la muerte.

-tú le hiciste pagar a Minerva todo el daño causado por ella. Pero aún hay cosas inconclusas.

-¿mas?

Kikyo se levantó y se acercó despacio a su arco, el cual lo tomo en sus manos y lo tenso en dirección a Inuyasha quien al ver esto sonrió de lado.

-y yo que pensé que habías olvidado tu promesa.

-escúchame con atención, Lucy. Cuando haya purificado a Inuyasha....deberás matarme a mí también.

-¡no lo hare!

-¡Lucy! Entiende que no puedo vivir con la culpa. ¡No puedo vivir sabiendo que me deje envolver en la oscuridad y que por eso perdí a mi familia!

Los pasos bruscos de Inuyasha hicieron eco en el lugar, sin consideración alguna tomo la muñeca de Kikyo y acerco su cuerpo al de ella mirándola furibundo.

-¿crees que te permitiré morir? Si dejo que tu mueras ¿Cómo crees que podré mirar a Kagome a los ojos? PIENSA UN POCO MALDITA SEA. TIENES A KAEDE ESPERANDOTE EN CASA, TIENES A TODA UNA ALDEA QUE DEPOSITA SU CONFIANZA EN TI. ERES SU SACERDOTISA, JODER. ¿QUIERES DEJAR DE SENTIR CULPA? ¡VIVE PAGANDOLO! ¡VIVE CON EL LEGADO QUE LE TRANSMITISTE A KAGOME!

-pero Inuyasha...

-yo no moriré para expiar mi culpa, moriré porque mi compañera me espera. Mi hija me espera. Tú tienes que vivir Kikyo, vivir como vivió Kagome. Yo se...que Kagome no te culpa de nada...porque Kagome es así. Ve luz hasta en el corazón más oscuro...te aseguro que si se hubiera topado con Minerva, ella la hubiera intentado hacer recapacitar...porque mi Kagome es así. Amable...y de un corazón puro. ¿No le enseñaste tu eso?

Vi como Kikyo cerró los ojos comenzando a sollozar de forma fuerte, Inuyasha ante esto le dio un abrazo con cariño dejando que ella soltara todas sus penas con él.

-prométeme que no te alejaras de mi hermana....prométeme que la cuidaras aquí y en la otra vida....si me llego a enterar que la haces llorar juro que te reviviré y te matare de nuevo Inuyasha...Kagome...mi dulce Kagome solo merece ser feliz...solo quiero...solo quiero que sea feliz...

Mi querida caperucitaWhere stories live. Discover now