La Vista Desde La Cima

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Después de que Nino me dijese eso desapareció.

Al llegar a casa estuve reflexionando sobre lo estúpido que fui al ofrecerme para ayudar a Miku, esto requiere un gasto extra de energía que yo no me puedo permitir, he ido en contra de mi filosofía. Aunque Nino puede ser la excusa perfecta para que no pueda ayudar a Miku.

-¡¡Oreki!!

Un grito me desconcentro de mis pensamientos.

-¿Oreki, estás ahí?

No sabía de donde venía esa voz femenina, hasta que abrí la ventana.

-Hola Oreki -me saludó una de las hermanas- ¿Puedo pasar?

Qué pereza atender ahora a un invitado...

-¿Qué necesitas? -pregunté con desgana

-Ábreme la puerta y te explico

La dejé entrar para que me explicase lo que quería.

-Emm ¿Tu eras... Ichika?

-No -dijo esbozando una leve sonrisa- Soy Yotsuba

-Ah, lo siento, bueno ¿Qué querías?

-Se te olvidó esto en casa -contestó mientras me mostraba mi cuaderno

-Ohh, muchas gracias... espera, ¿Desde cuando sabes dónde vivo?

-Aah desde hoy, seguí al coche que te llevaba, iba corriendo hasta que llegué aquí.

(QUÉ MALGASTO DE ENERGÍA TAN GRANDE)

-En fin muchas gracias por...

Yotsuba no me dejó acabar la frase y empezó a examinar cada rincón de mi casa

-Eh, ¿Buscas algo?

-No, solo quiero conocerte un poco más- dijo entusiasmada

-Oreki, ¿Te gusta algo?

Nunca me solían hacer esa pregunta la cuál no se con qué responder.

-Eh bueno, me gustan los libros y tal

-Venga ya, a mí no me engañas -ahora el tono de voz alegre de Yotsuba se convirtió en uno un poco más serio- De verdad, ¿No sientes interés por nada?

Ahora qué se supone que tendría que contestar. Yotsuba estaba en lo cierto, no había nada que me llamase la atención.

-Oreki, ven conmigo -dijo Yotsuba mientras me agarró la mano

Salí obligado de mi casa mientras Yotsuba tiraba de mí.

Salí obligado de mi casa mientras Yotsuba tiraba de mí

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Estaba gastando demasiada energía.

Sin darme cuenta, llegamos a un prado en el que había una colina un poco alta.

-Vamos Oreki, ¡sube! -dijo mientras estaba a punto de alcanzar la cima.

Yo todavía estaba empezando la cuesta.

Houtarou Oreki y Las QuintillizasWhere stories live. Discover now