Lo que duro el semáforo

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A ti, que me pediste que escribiera de esto.

Y a él, que nos saco sonrisas, esas que tanto nos han hecho falta estos días.




Repentina como aparece una estrella fugaz en el cielo y veloz, tal cual como desaparece. Así fue ella, breve en una de las tantas tardes de mi vida.

Las olas prometían estar buenas, mis amigos prometieron acompañarme justo después de que yo prometí surfear hasta que sol se ocultara ese día. Tome mi camiseta favorita, esa color blanco que deja mis brazos desnudos, el par de shorts que suelo usar cuando practico mi deporte favorito y la tabla, mi fiel compañera.

El sol parecía no brillar, las nubes opacaban sus rayos pero él estaba presente, el intenso calor reafirmaba su existencia.

Cuando faltaba una cuadra para llegar a la orilla de la playa, el semáforo peatonal indico luz roja para mí. Y doy gracias a ese semáforo que me permitió ver el rostro más dulce, la sonrisa más linda y la mirada más pura que he llegado a ver hasta hoy.

Una chica muy bonita esperaba que la luz verde le permitiera cruzar la calle en dirección opuesta a la mía. Creo recordar que estaba acompañada pero no detalle por quien. Yo solo tenía atención para ella, en ese momento no podía fijarme en nada más.

La luz roja pasó a ser verde. Camine y cuando pase a su lado su mirada conecto con la mía.

Me regalo una sonrisa y creo que si fuese tenido el valor de hablarle, ella hubiese platicado conmigo.

Cuando llegue al otro lado de la calle, me permití girar para ver su silueta una última vez.

Para mi sorpresa, la encontré mirándome. Me sonrió una vez más y con su mano me ofreció un sutil gesto de despedida.

Yo, me limite a observar su partida. 

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Feliz domingo de amor fugaz, 

Esta semana fue muy especial porque hice mi primer booktrailer, se los dejo aquí para que lo disfruten. 

Me despido gentecita linda, que esta semana sus deseos se hagan realidad. 

Amor FugazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora