Cine a medianoche

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 Tal día como hoy salí por primera vez con Andrea, una niña hermosa con un cuerpo celestial, sus  medidas son 89 – 60- 95  con 1.57 de estatura y 20 años, perfecta.

La conocí en un restaurant de comida rápida que yo frecuentaba y la mayoría de las veces era para verla a ella. Era la camarera del local, con una sonrisa única y definitivamente la excusa perfecta para comer allí, durante un tiempo solo me dedique a observarla, y ella lo sabía, puesto que siempre me regalaba esa sonrisa encantadora como saludo.

Un día me arme de valor, no pude evitar acercarme y le dije; que me parecía muy hermosa y que si no había problema alguno en aceptar mi invitación a salir, podríamos ir al cine y conocernos un poco más, a lo que ella tomando lápiz y papel, anoto su número y me dijo:

- salgo a las 11

- ok nos vemos ahora

- okey (picando el ojo y continuando con su trabajo)

Perfecto, función de media noche en un cine donde no había mucha gente con la camarera sexy y más nervioso que niño en su primer beso, no sabía cómo romper el hielo cuando de pronto, allí estaba ella, ya no llevaba su uniforme de trabajo, ahora tenia una falda negra tipo colegiala con una blusa blanca, tacones del mismo color de su falda y un suéter del brazo, llego sonriendo pícaramente y me saludo con un beso en la boca, me quede helado al ver una acción que no esperaba, pero que definitivamente si deseaba.

Nos dirigimos a la sala de cine, ubicamos nuestros puestos en los últimos de arriba, hablamos mientras comenzaban a bajarse las luces, de pronto ella subió el posa brazos de la silla, y se recostó a mi lado, con cotufas en mano empezamos a jugar un poco, yo le di a comer de mi mano y ella acepto sin objetar, me miró fijamente y justo llego la señal donde nos miramos fijamente quedando muy cerca nuestros labios, sin mediar palabra alguna me empezó a besarme con desesperación. Le coloque mis manos alrededor de su rostro mientras ella me abrazaba sumergida en un beso apasionado, comencé directamente jugando con mi lengua por sus labios, los bordeaba rozándolos poco a poco, bajo mis manos a su pecho mientras me susurra al oído que siempre me había deseado, yo la mire a los ojos y le advertí que su fantasía también era la mía, ella sonrió como la primera vez que la vi en aquel local, Dios amo la violencia con la que su sonrisa destruye mi rutina, coloque mi mano derecha alrededor de su cuello para poder acariciarle el cabello mientras al fin disfrutaba de la agitación de su respiración.

Comencé a acariciar de forma inocente su cintura intentando calmarla, pero ocurrió lo contrario, fui yo quien comenzó a ponerse "nervioso" sin poder evitarlo, cuando en medio de la pasión descontrolada de nuestros besos bajo su mano para tocar por encima de mi pantalón, no quería que notara mi excitación tan pronto, y me hacía ligeramente hacia atrás aunque imagino que la postura era de lo más extraña, sonrió nuevamente y comenzó a frotar mi entrepierna por encima del pantalón, me dijo: " ya verás cómo te sientes mejor" sin darme tiempo a reaccionar ( tampoco es que me disgustaba la idea) me soltó el cinturón y comenzaba a desabrochar los botones del pantalón.


 Introdujo la mano dentro y agarro con una suavidad sorprendente y comenzó a masajearlo muy lentamente desde el prepucio hasta la base, mi líquido pre seminal servía de lubricante perfecto ante la fricción que estaba ejerciendo en mí haciéndome derretir de placer.

Baje ligeramente mis pantalones para facilitar el trabajo que mi linda camarera estaba ejerciendo en mí, hasta ese momento fue que pude apreciar y sentir lo que estaba haciendo

Me encanta sentir como se pone dura tan rápido " me susurró"

Antes de que pudiera explotar, acerco su boca a mi miembro para succionarlo y comérselo enteramente, con frenesí, estaba ansiosa aumentando y disminuyendo la velocidad, yo me agarre de su cabeza y la acompañaba con fuerza a introducírsela en su experta boca, la imagen era escandalosamente excitante.

De pronto dejo de hacerlo, mientras subió su pierna izquierda en mi pierna derecha para dejarme su flor de loto que aún estaba cubierta por su ropa interior a mi disposición, estaba húmeda y ella disponía todo su manjar para mí, era exquisita, suavemente subía y bajaba mis manos por sus piernas, dibujaba círculos en todo su cuerpo con mi mano derecha y con la izquierda comencé a sobarle sus pechos, yo cada vez estaba peor.

Nuestras lenguas se entrelazaron en una lucha de lujuria sin descanso, cuando roce al fin su ropa interior la cual era el único impedimento para lograr lo que tantas veces había imaginado, comencé a acariciar su coño por encima, era exquisita divina como se humedecían mis dedos al jugar sobre su vagina desde arriba hasta rozar su ano y luego masajeaba con mi mano entera esa humedad única, le empecé a apartar la panty poco a poco mientras me colaboraba levantándose ligeramente, estaba muy excitada y me abrazaba con su mano izquierda empujándome con fuerza mientras con la derecha se tocaba los pechos, permitiéndome una espectacular visión de todo lo que desde hace tiempo estaba deseando.

Yo no dejaba de jugar con su ostra, introduje un dedo, luego dos y luego tres, a la vez ella se mordía los labios deseosa, la mire a los ojos y me incline en las butacas y le apoye sus piernas abriéndoselas en los asientos del frente, quedo ante mí una cosa magnifica que me pedía a gritos ser succionada, comencé directamente jugando con mi lengua hasta introducirla muy dentro, me la comí toda una y otra vez rozando mi lengua ligeramente cual pastel, su olor a sexo me excitaba sobremanera ya casi no podía contenerme, ella gemía sigilosamente hasta que no se pudo contener más, deseosa, succione su clítoris, lamia todo su sexo introduciéndole la lengua rápidamente, ella estaba sobándose los senos y mordiendo sus labios para no dejar escapar un grito de placer, comencé a acelerar mis movimientos, su cuerpo empezó a moverse como si de un terremoto se tratara, mientras levante la mirada, ella poseía una sonrisa de satisfacción, había tenido su primer orgasmo, me acerco besándole el cuerpo, hasta llegar a tenerla en frente y me susurró:

ahhh...cógeme

¿Qué? ¿Estás segura?

Si, cógeme, quiero que lo hagas aquí y ahora.

No me hice de rogar, mi miembro palpitaba de deseo, nos besamos, nuestras lenguas se entrelazaron en una lucha de lujuria, la situé de lado en la butaca, cerrándole las piernas y levantándole ligeramente las nalgas a mis expensas, dejaba ver su mojada prenda a lo que sin esperar más acerque mi miembro, jugando alrededor de ella, lo introducía un poco y lo sacaba, eso lo hice varias veces pero estaba desesperada, me suplico que la penetrara, que ya no aguantaba más, y necesitaba tenerlo adentro, la penetre de una sola vez, debido a su excitación y a la mía no me costó trabajo entrar, ella dio un grito que disimule dándole un beso en ese mismo momento, empecé a metérsela cada vez más adentro muy lentamente peor con fuerza, cada vez más rápido, eso mientras sobaba sus pezones, me sujeto con fuerza clavándome las uñas en la espalda mientras me pedía que le diera más duro, e hice exactamente lo que me pidió, apreté sus nalgas y con todas mis fuerzas le fui descargando todo lo que tenía, más y más y más... se movía como una condenada y cada embestida que le daba era más fuerte ella inhalo cual asmática, dándome la señal de que iba a acabar. Justo cuando ya no podía aguantar, sentí como su vagina se contraía involuntariamente para mi placer, presionando mi verga haciéndome explotar dentro de ella toda la descarga sexual que tanto tiempo había anhelado, unificando nuestros jugos... ufff...la mantuve allí descargándole por completo toda mi leche caliente y le dije al oído 

- Que rico!! (entre jadeos) dioos que divino!! - mientras sobaba su espalda y cabello agitado recuperando el aliento.

Era una mujer deliciosa, hermosa y excitante, ella confeso que no esperaba que fuera a acceder a hacerlo en el cine a medianoche y que o habia planeado todo, con el poco aliento que nos quedaba poco a poco nos tranquilizamos.

Jamás olvidare esa noche de cine con mi camarera complaciente.

En el MetroWhere stories live. Discover now