Eres molesta. [Tsukishima x tú♡]

Capítulo 23

—Vamos querida toma asiento. — la mamá de Tsukishima señaló una silla junto a él para que la chica se sentara. 

—Kei, ¿qué hace ella aquí?— susurré y me separé de su lado. Tsukishima se veía confundido y antes de poder responder la chica ya se había sentado.

—Tsukishima-kun, supe que hoy era tu cumpleaños y... te traje un regalo...— dejó una bolsa sobre la mesa esperando que Tsukishima lo tomara, yo sólo miraba desde el costado.

—No era necesario nada de esto. — miraba con desinterés.

—Ah... no te preocupes, no fue ninguna molestia. — respondió sonriente la chica.

—Iré al baño. — me levanté y fui al baño de arriba. Me demoré un poco, tipo unos 10 minutos.

Cuando bajé la chica estaba afuera de puerta y Tsukishima en frente.

—Lo siento, pero debes irte.

—Pero Kei, cariño, tu amiga acaba de llegar ¿por qué le pides que se vaya?

Me hice a un lado en la escalera. —Kei, pero... ¿qué haces?— hablé bajo.

Sólo cerró la puerta. —Ya no tengo más hambre, iré a mi habitación.

Todos quedamos sorprendidos, Tsukishima había rechazado a Matsui Sorano definitivamente.

—Yo iré con él, no se preocupe señora Tsukishima. — subí inmediatamente y abrí la puerta de la habitación. Tsukishima estaba sentado en su cama. Me acerqué y le hablé. —Oye, ¿que pasó allá abajo?

—No podía dejar que pasara de nuevo— respondió seriamente.

—¿Qué pasara que cosa?— pregunté confundida.

Se levantó y miró hacia abajo enojado. —Que ella provocara un quiebre entre nosotros... aunque esa vez yo tuve la culpa, tsk. — desvió la mirada hacia arriba y negó con la cabeza. —Que patético fui. Dejé que alguien tan irrelevante como ella te alejara de mí, por eso... está vez le dejé todo muy claro, insistió así que le pedí que se fuera... así como debí haberlo hecho aquella vez. — se volvió a sentar en la cama. 

—Hey...— tomé su rostro con mis dos manos para poder mirarlo. —Gracias, y sobre lo de la otra vez, olvídalo y ya no te sientas mal por ello que ya es historia. (Si no recuerdan relean el capítulo 15).

Aún con su rostro entre mis manos respondió. —No puedo.

—¿Por qué no?

Se ocultó entre una de mis manos y sonrió. —Porque es parte de nuestra historia juntos, no puedo olvidarlo así como así por más malo que sea... nos llevó hasta aquí. — tomó mis manos y las quitó suavemente de su rostro mientras se levantaba. — y estoy feliz por ello. — me miró hacia abajo, se agachó un poco y se acercó a mi oído. —¿Acaso tú no?— susurró.

—Eh... no... claro que estoy feliz. — me miraba desde arriba con su típica expresión de superioridad. —Mejor bajemos, tu mamá se esforzó mucho haciendo cosas para comer.

—¿Te gustó el plato principal que hizo?—preguntó.

—¿Qué cosa?, ¿ese delicioso curry que preparó temprano?— me volteé a mirarlo.

—Na, algo que hizo hace más tiempo. — se contenía la risa.

—No sé a que te refieres. — trataba de pensar de que estaba hablando.

—Pues obvio que yo. — (no sé como escribirlo pero imaginenlo así 🤷‍♂️ KSNDKF).

—¿Cenaste payasos que andas tan chistoso?— me devolví y tomé su mano. —Bajemos. — mientras bajamos las escaleras me contenía la risa.

—Cariño mira, la chica dejó esta bolsa en la mesa.

—Parece que se dejó el regalo.— habló Tsukishima.

—Veamos que te regaló. — nos acercamos a la mesa. Saqué de la bolsa una caja con un listón azul.

—¿Y qué es?— preguntó Tsukishima.

—Adivina, tus favoritos. — me reí.

—¿D-dinosaurios?— miró hacia otro lado.

Solté una carcajada. —Casi, pero no. Son audífonos, se ve que son buenos.— lo miré. —Son caros.

—Ah... quedatelos. No me interesan.

—A mí tampoco. ¿Qué tal si los guardamos?, Nishinoya está de cumpleaños pronto.

Se rió. —Está bien, eso haremos.

Llegó la noche y ya habíamos ordenado y limpiado todo. Tsukishima y yo estabamos en el sofá, yo tenía su teléfono mientras veíamos memes (😈🤙🏻), él estaba recostado sobre mi pecho.

—Cariño, ya me iré  a dormir. — se asomó la mamá. —No se duerman tarde ¿sí?

—Claro mamá. — respondió sin mirar.

—Que duerma bien señora Tsukishima— le sonreí. —¿Por qué no vamos a dormir también?— acaricié desde su frente hasta su cabello.

Se incorporó y se levantó del sofá. —Mejor veamos una película, vamos. — alzó su mano.

—Claro, vamos.

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