Bajo Fuego

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Disclaimer: En este fic no se muere ninguna lesbiana ✌️




Luisita caminaba de un lado a otro mordiéndose las pocas uñas que le quedaban, su hermana María la miraba impotente sin poder hacer nada para calmar su angustia mientras que la detective Crespo seguía emitiendo ordenes que Amelia le había demandado. La mayor de las Gómez miró a su alrededor y se encontró con las caras preocupadas en todo el lugar, el chico de cabellos rizados no dejaba de teclear en su computadora y Marina no se despegaba de él también con el ceño fruncido, fuera de esas oficinas los oficiales de policía caminaban de un lado a otro, de pronto alguien entró sin llamar y les informaron de lo que estaba pasando.

-¿Alguna novedad? – La detective Crespo preguntó al ver al oficial en la puerta. Estaba particularmente extrañada puesto que Amelia todavía no se comunicaba con ella, solo sabían que se había perdido refuerzos para entrar en aquella bodega la cual todo parecía indicar era el lugar donde tenían retenida a Elisa, ella no dijo nada a la madre para no alertarla, pero tanto silencio empezaba a preocuparla.

-Ha habido una explosión de gas a unos bloques de distancia donde está montado el operativo... - Sus palabras se vieron interrumpidas cuando como cual estampida de animales salvajes un montón de oficiales se armaron y empezaron a salir a las calles.

-¿Pero que ocurre? – La abogada alcanzó a preguntar al ver semejante alboroto dentro de las instalaciones del comando.

-Miguel, ¿Qué está pasando? ¿Por qué está la gente tan alterada? – Marina se acercó al joven oficial con consternación. El comportamiento de los oficiales solo podía indicar una cosa. Mas oficiales estaban en peligro.

-Parece ser que la explosión solo ha sido una cortina de humo para distraer a los policías que estaban en el operativo. – Miguel empezó diciendo desviando la mirada hacia los demás en aquella oficina, no estaba seguro si debía ventilar información de ese tipo delante de civiles.

-Miguel, venga, habla ya! – Marina le llamó la atención para que espabilara y siguiera hablando.

-Un pequeño grupo de oficiales están bajo fuego, al parecer es una retaliación por parte de una pandilla de ese sector del distrito, usted sabe que esa zona es caliente. – El chico pelirrojo terminó por decir. – Debo irme, han solicitado a toda la fuerza pública más cercana al lugar de los hechos. – Marina asintió y le dejó ir.

Luisita que había escuchado todo aquello, se detuvo enfrente de la detective en busca de respuestas.
– Marina, ¿Qué está pasando? – Preguntó visiblemente nerviosa, María se acercó y rodeó su cintura con sus brazos para darle apoyo. No había que ser adivino para entender lo que ese oficial pelirrojo le había dicho a la otra mujer.

-Que les están disparando, eso pasa. – Marina respondió sosteniéndole la mirada. – Han caído en una emboscada y ahora todos los oficiales en la zona están bajo fuego. – 

-Amelia...

-Todos, Sra. Gómez, todos están bajo fuego. – 




Amelia parpadeaba contantemente con los disparos que se propinaban contra el carro patrulla que por ahora era su resguardo, por más que ella manipulaba armas de corto y largo alcance, el sonido era ensordecedor y el efecto era el mismo. Sembrar el pánico.

-Tenías que amenazarle con volarle su amiguito al gilipollas. – Amelia escuchó el quejido de su compañera Lourdes e instintivamente apretó su cabeza contra su pecho con más fuerza.

Amelia miró a su alrededor, podía percatarse de al menos tres oficiales heridos resguardándose también contra los carros patrullas, todos a la espera de que los refuerzos llegaran y les brindaran la ayuda que tanto necesitaban. – Pues que sepas que se la voy a volar al malnacido. – Amelia finalmente respondió alzando levemente la cabeza y hacer un barrido por la zona.

ClandestinoWhere stories live. Discover now