Sonrisa Sincera | YiZhan [MPreg]

Pero separados

(por Xiao Zhan)

—Pues felicidades, Liang y Xiao, habéis realizado un excelente trabajo —nos felicitó Jiacheng —no por esto vamos a dejar el tema así. Todavía tengo mis sospechas que Dawson está haciendo el fraude.

—¿Por qué no envíamos a alguien ahí? Un espía —sugirió el jefe de asuntos internacionales —este no es un tema que debamos dejar así porque sí.

Jiacheng se recargó en el respaldo de su asiento y me miró. Sonreí y me dirigí a todos en la sala.

—Ya contamos con uno. Su nombre y cargo dentro de la empresa es confidencial y únicamente hay dos personas de aquí que le conocen. Dicha persona, ha estado llevando acabo la investigación por nosotros y nos da informes reales de a las estadísticas que Dawson nos ha entregado. No hay muchas variantes y podríamos decir que pasan casi desapercibidos. Por eso seguimos atentos al tema —guardé silencio y esperé a que Jiacheng tomara de nuevo la palabra.

Comenzó a hablar sobre enviar a alguien más de nuestro corporativo a Londres y yo dejé de prestarle atención cuando vi el mensaje que Yibo recién me había enviado.

Era una foto donde estaba él con Mao Kuan y sus alumnos en un paseo escolar. 

XZ: Creí que era broma eso de llevártelo al paseo.

WYB: También yo, pero Maomao está de vacaciones hasta dentro de dos semanas. ¿Qué hacía? Ni modo de dejarle

XZ: ¿Quién como él? Os mando besitos a los dos, pero a ti más (no le digas a Mao Kuan)

—¿No es así, Xiao? —habló de pronto Jiacheng.

—¿Disculpa? —despabilé y me encontré a todos mirándome.

—Gracias por tu atención —me dijo él. Odiaba cuando Jiacheng se convertía en mi jefe y no en mi amigo —la próxima reunión será el siguiente viernes. Kin, ¿te encargas? —el asistente de Jiacheng asintió la cabeza y mi amigo se puso de pie.

Todos lo imitamos e hicimos una inclinación cuando salió de la sala.

Cogí el par de carpetas que llevaba conmigo y también salí, en dirección a mi oficina. 

—Yen, ¿Puedes traerme un café? —pregunté a mi asistente, una chica de veinte años.

—Con gusto, jefe.

Yen Lu salió de la oficina y me dejó a solas. Antes de aplicarme a mi trabajo con los reportes de comunicación, revisé una vez más mi teléfono. Yibo había enviado otra fotografía.

Eran él y Mao Kuan abrazados.

Guardé la imagen y la puse en el fondo de pantalla de mi teléfono. Después de enviarle un montón de corazones y un audio diciéndoles lo mucho que les amaba a los dos, reanudé mi labor.

Encendí la portátil y abrí el archivero impreso para ver la situación con los de comunicación: El jefe de dicha área me había enviado la solicitud para crear un nuevo anuncio y colocarlo en los diarios y promocionar así nuestro último producto.

Analicé a detalle todos sus requisitos y el costeo de ello. Al creer que estaba bien y en orden, firmé y continué con la computadora.

—Toc, toc. ¿Se puede, señor director? 

Antes de que le diera o no el permiso, Song Nanxi se adentró en mi oficina y me extendió el café que yo le había encargado a Yen Lu.

—Le he dicho a tu asistente que se tomé un breack.