Capítulo Especial e Inédito II

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[Capítulo sad]

Xiao Zhan
°

*

:

Gu Jiacheng y Chen Guan Hong entraron a la oficina del subdirector.

Con la vista en el paisaje exterior, Xiao Zhan miraba perdidamente a la nada.

—Ya se han ido los periodistas —dijo Guan Hong —¿Salimos a comer?

Chen Guan Hong rodeó el escritorio hasta llegar a Xiao Zhan, quién había ignorado la propuesta de su pareja.

—Sólo eran unos periodistas, Xiao Zhan —dijo Jiacheng —relajate.

Lo que menos podía hacer el menor era eso: relajarse.

¿Y si eran amigos de él? ¿Y si sabían que Xiao Zhan estaba ahí? ¿Habrían sospechado algo?

—De pronto me he sentido mal —mintió Xiao Zhan cuando notó que el aire le faltaba —iré al médico.

Sin ver a los dos hombres en su oficina se fue.
Guan Hong quiso salir detrás de él enseguida. Se detuvo cuando recibió una llamada de su secretaria que le necesitaba para firmar unos papeles.

Mientras él y Gu Jiacheng regresaban a sus respectivas oficinas, Xiao Zhan llegaba a su auto. Aún se sentía mal. No quería imaginar que los periodistas tuvieran algo que ver con su vida anterior.

«Sería mucha coincidencia» —pensó.

Arrancó el auto y salió de la empresa. No quería llegar a casa. Era de esos momentos en los que necesitaba distraerse. Era muy temprano para ir a un bar. Terminó llegando a un parque. No era la mejor idea que había tenido y en cuanto quiso irse, una pequeña voz infantil le llamó a sus espaldas.

—¿Señor? —él se giró para buscar al dueño de aquel tono meloso —¿Señor, me puede ayudar?

Un niño pequeño estaba a sus pies. Lo escaneó con la mirada rápidamente: estaba un poco sucio, los shorts pequeños le dejaban ver que se había caído y las rodillas tenían un poco de sangre.

Xiao Zhan giró la cabeza hacia todos lados, queriendo buscar a alguien que viniera con el menor. El parque estaba solo.

—Señor, me he perdido —anunció con voz baja —quiero a mi mamá.

Xiao Zhan se inclinó a la altura del pequeño.

—¿Sabes dónde vives? —el niño negó con la cabeza —¿El número de tus padres?

Cómo no obtuvo respuesta, llevó al pequeño hasta la banca más próxima. Comenzó a preguntarle todo lo que supiera de sus padres, la zona donde vivía y también cómo había sido que terminó perdido.

El pequeño lloró que sólo vivía con su mamá y la puerta de su casa estaba abierta cuando vio pasar un perrito. Al menor le gustaban los perritos y salió detrás de él, luego se dio cuenta que no sabía dónde estaba ni supo cómo regresar a casa y sólo siguió caminando.

—¿Cuántos años tienes, pequeño?

—Cuato años.

«Tienes su edad» —pensó Xiao Zhan.

—¿Cuál es tu nombre?

—Xiao Kuan.

«No puede ser tanta coincidencia» —se lamentó con el corazón retumbando en su interior.

Sonrisa Sincera | YiZhan [MPreg]Where stories live. Discover now