Sonrisa Sincera | YiZhan [MPreg]

organizando y planeando

(Por Wang Yibo)

Al día siguiente de mi cumpleaños, fui con Maomao a tramitar nuestros pasaportes. También comencé a solicitar el permiso en la secundaria para mis dos semanas de vacaciones. Me lo cedieron de forma inmediata porque, gracias a Xiao Zhan, conseguí en profesor sustituto.

El colegio de Maomao fue el más difícil. Aún no iniciaba clases y sólo iría unos días antes de irnos a Italia. El director del instituto me hizo firmar una carta responsiva sobre las dos semanas de ausencia de Maomao.

La idea del viaje me había emocionado muchísimo. Lo compartí en Weibo y mis amigos Sung Joo y Yi Xuan vinieron a visitarme esa misma semana.

Habían traído a la pequeña Kimi al departamento y Maomao no se despegó de ella en todo el rato.

Kimi ya sabía gatear y Maomao jugó con ella por todo el alfombrado de la sala.

—¿Entonces tu daddy te ha invitado a Venecia? —preguntó Sung Joo.

—Sólo nos ha pagado los boletos y el hospedaje, lo demás correrá por mi cuenta.

—Oye, Yi, ¿No sientes extraño que tú «no marido» te esté haciendo estos regalos? —preguntó esta vez Yi Xuan.

—¿Por qué habría dé?

—No sé, sólo preguntaba.

—Pues no, no me molesta —respondí un poco a la defensiva.

En realidad, lo que me molestaba es que ellos hicieran estas preguntas. Sé que no lo hacían aposta, pero me jodía que insinuaran que no ganaba lo suficiente como para ser yo quien pagara estos lujos.

—Bueno, bueno —habló Sung Joo al ver la tensión —¿Por qué no nos platicas a dónde irán?

Cambié mi expresión y me concentré un poco en hablarles de los pocos sitios que había visto en internet.

Xiao Zhan había prometido que este fin de semana nos dedicaríamos a crear un itinerario para no perdernos en Venecia.

—¿Y él por qué no irá? —preguntó Sung Joo.

—Porque Zhan tiene que viajar a Japón en la misma semana y después regresar a Xuchang para la presentación de un proyecto.

—Es una putada, ¿No? —interrumpió Yi Xuan —que alguien tenga que trabajar tanto tiempo y no pueda estar con su familia. Porque, ¿De qué sirve que Xiao Zhan esté ganando los millones si de todas maneras no está con vosotros?

A veces sí me frustraban los comentarios de mis dos amigos. La última vez que nos habíamos reunido, también habían hablado del tipo de relación que Zhan y yo tenemos.

Al igual que mis padres, estoy seguro que ellos tampoco han perdonado a Xiao Zhan lo que nos hizo y esa es la razón por la que son así cada que hablamos de él.

—Zhan sabe dedicarnos tiempo a Mao Kuan y a mí. Estoy conforme con eso.

—Sí, pero Yi, no pueden vivir así el resto se su vida.

—Xuan tiene razón, Yi —añadió Sung Joo —¿Vivir en hogares separados? Yo no podría...

—Bueno, vale ya —dije algo enfadado —es mi relación, somos nosotros y ése es un asunto que resolveremos como pareja, ¿Si?

—Perdón, Yi, es sólo que... Te vimos mal por mucho tiempo y no queremos que te lastimen una vez más.

—No sucederá. Estoy seguro de eso.

Bebí de mi vaso de refresco y miré a Maomao y Kimi. Estaban jugando con un oso de peluche, tan ajenos a la tensión que se había creado con mis amigos.