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𝖨𝗅 𝗇𝖾 𝗌𝖾𝗋𝖺 𝗉𝖺𝗌 𝗅𝖺 𝗉𝖾𝗋𝖿𝖾𝖼𝗍𝗂𝗈𝗇, 𝗆𝖺𝗂𝗌 𝗂𝗅 𝖾𝗌𝗍 𝗉𝖺𝗋𝖿𝖺𝗂𝗍 𝗉𝗈𝗎𝗋 𝗆𝗈𝗂
∙𝖩𝗎𝗇𝗀𝗄𝗈𝗈𝗄∙

Nos encontramos en la enfermería. Tae convenció a la enfermera de dejarnos pasar para limpiar la tinta de mi cara con algo de alcohol. Ella nos dejó pasar ya que hoy no es un día ocupado.

Sin cosas encima, me siento en el borde de la camilla mientras que Kim busca un algodón junto con el alcohol.

Pienso en los sentimientos de Tae. ¿Se sentirá celoso de que alguien me coquetee? Es decir, no tiene porqué estarlo, mis ojos siempre están en él, pero me encantaría que lo estuviera. Observo como aplica el líquido sobre el algodón y se acerca.

- Prometo no frotar muy fuerte para no arruinar tu feo rostro. — dice.

- Gracias, puce.

- De nada. — termina con una sonrisa traviesa en su rostro, pero cambia rápidamente su expresión cambiando también de tema. — Claro, me olvidaba... ¿por qué no le dices a Lihan que en realidad no estas interesado? Invéntale una excusa como que ya estás con alguien... O solo te gusta alguien o algo por el estilo.

Como lo dijo, pasa suavemente el material en mi frente, sintiendo unos toques delicados, dignos del ángel que él es.

¿Él habla de Lihan, verdad?

- Es que ella es mi noona, aunque no quiera, le debo respeto.

- Bueno, ella no te tuvo mucho respeto al escribirte su número como una loca obsesionada en tu frente. En serio no me agrada.

- ¿Está celoso, hyung? — digo sin pensar.

Sus mejillas se tornan de un bonito color carmesí y detiene por unos pocos segundos sus movimientos en mi frente. Yo lo miro a los ojos, pero el evita mi mirada.

- Y-yo no estoy celoso, ¿cómo crees? Yo sé que siempre seré tu hyung favorito ¿verdad? Yo no estoy celoso, solo que me molesta mucho que ponga sus asquerosas manos y asqueroso lapicero sobre tu lindo rostro.

No prestaba atención a sus palabras, cosa que rara vez hacia. Estaba ocupado observando su mentón y cuello. Lo único de lo que tenía ganas de hacer en ese momento, era besar su mentón. Tenía unas ganas tremendas de besarlo. Estaba muy distraído por sus clavículas cada vez más cerca a mi rostro por la posición en la que estábamos, pero regresé a la realidad cuando llamó a mi rostro "lindo".

- ¿No era feo? — pregunto con gracia.

- Eres lindo Jungkookie. Sabes que digo lo de feo por molestar.

Yo sé que lo dice por molestar. Siento sus dedos haciendo pequeños masajes en la parte trasera de mi cabeza, enredando mechones mientras sonríe despacio en forma de disculpa. Lo adoro. Me relajo y cierro mis ojos. Disfruto de sus caricias y su aroma a chocolate con un toque de pintura muy cerca de mi.

- ¡Listo! Terminé de borrar esa horrible marca en su frente.

- Gracias — digo no muy animado ya que los mimos acabaron, aunque recupero mi energía al saber que estoy con mi Tae.

🇫🇷

- Entonces, ¿quieres que te pida un baguette?

Salimos de la facultad hace unos minutos. Estamos ahora en la cafetería más cercana. Nuestra favorita, cabe decir.

Sigo en marcha con mi plan.

- ¿Un baguette?

- Un pan baguette. Ya sabes, como te gusta Francia...

Tae ríe. No es una risa tranquila, son carcajadas. ¿Qué le es tan divertido? ¿Se está burlando de mí? ¿Qué hago?

- Ay ay, auch mi estómago. — dice. Sigue riendo, pero yo lo miro molesto y avergonzado. — Está bien, está bien. Si, me gusta el baguette, pero es demasiado grande.

- Podemos comerlo entre los dos. — suelto un puchero sin intención. Me doy cuenta cuando él mira mi boca y me imita.

- Kookie... Hoy solo quiero pastel de vainilla.

- Perfecto, jeune gentleman. Iré por su pedido, entonces.

- Merci, monsieur.

Voy a hacer los pedidos. Pido un pastel de vainilla y un chocolate caliente para mi rubio. Luego un sándwich de queso hecho con baguette -por si se le antoja- y un batido de banana.

Una vez la señorita cobra los pedidos, yo me volteo a observar a Taehyung. Me preocupo cuando no lo veo solo, sino con una persona no deseada.

- ¡TaeTae! ¿Cómo estás?

- Hola Lihan. Yo estoy b-

- No me importa. — responde cortante — ¿Cómo está está Jungkookie? ¿Escuchaste que preguntará a la profesora para poder ir también al concurso? Con eso de que es mejor que tú, no me sorprende.

- ¿Jungkook quiere ir al concurso?

- Y yo lo apoyo por completo. — afirma — En toda la clase, él es el mejor. No tú, cara de mono. Creo que si pasa tiempo contigo es solo por pena. Por esa satisfacción de ser maestro de los que lo necesitan. Yo creo que-

- Tae, ¿qué pasa aquí? — llego con los pedidos interrumpiendo lo que sea que este ambiente sea. Estoy seguro de que Lihan le dijo una de sus estupideces a Kim y me lleno de preocupación al ver a mi rubio con los ojitos rojos. A punto de llorar. — Pulga ¿estás b-

- Lihan, creo que tu cara de mono es más fea que la mía... ¡Es más!, bananas para el mono. — De pronto toma mi batido de banana de la bandeja y se lo lanza en la cara. — Uh uh, ah ah monito.

Tae sale corriendo de la cafetería con su lindo rostro ya con lágrimas. No demoro en seguirlo dejando las cosas sobre la mesa. Pero una mano llena de banana me detiene.

- Jungkook, ¿no vas a ayudarme?

- ¿por qué? Seguro te lo merecías. — digo sin molestia, ya tuvo suficiente por un día. — ese jugo se veía delicioso.

La campanita del lugar suena advirtiendo mi salida. Corro viendo hacia todos los posibles lados en donde se puede haber ido, hasta que escucho un ligero sollozo en uno de los callejones cerca a la tienda.

- ¿Tae?

- No me mires... Estoy feo.

- ¿Feo?

Después de años con él y luego de haberlo visto borracho, vomitando, llorando, comiendo como si no hubiera un mañana, en el baño pasándole papel e incluso durmiendo; puedo afirmar, que Taehyung nunca ha sido feo.

Me acerco y lo miro. Sus ojitos algo rojos al igual que su nariz y su boca, la cual también está hinchada seguramente debido a la fuerza que usó al tratar de silenciar su llanto. El puede ser todo menos feo en este momento.

Tal vez es un poquito agresivo, algo presumido con sus obras y un poquito inseguro.

Él no será perfecto, y nadie lo es en realidad, pero Kim Taehyung es perfecto para mí.

The French styleWhere stories live. Discover now