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le chevalier non français en armure brillante, qui a conquis son cœur - primera parte
∙𝖩𝗎𝗇𝗀𝗄𝗈𝗈𝗄∙

Luego de haber sido expulsados de la enfermería por la enfermera, mi sol y yo salimos de la escuela a casa de mi abuelita; él está emocionado de verla luego de dos semanas separados, mientras yo me hallo demasiado nervioso pues a pesar de que casi todo fluye de acuerdo a mi plan, mi corazón no puede dejar de latir apresurado pensando en que la respuesta de mi puce será negativa.

Taehyung es una de esas personas que no sabes que necesitabas en tu vida; Taehyung es como el primer brillo de un amanecer, que te llena de fuerza y felicidad para continuar. No hay nadie en el mundo que pueda cambiar mi mente sobre Taehyung. Los latidos de mi corazón sólo gritan su nombre y yo no puedo hacerlos callar. Taehyung me puede hacer el hombre más feliz del mundo, o destruirme y reconstruirme a su gusto si así lo desea. Taehyung es sinónimo de felicidad pura escrito en mi diccionario. Desde hace tanto, no hay otra cosa en mi mente que no sea Taehyung, pero su sonrisa es lo único que comienza a vencerlo. En mi destino está implantado su rostro y no veo futuro si no es con Taehyung, porque desde que lo vi, supe no habría fuerza en el mundo capaz de arrancarme de sus brazos.

Es precioso y tiene esos ojos que solo me pueden hacer derretir y cuando me mira no puedo evitar el sudor en mi manos, la garganta seca, el pequeño temblor de mi cuerpo o el dolor en mi pecho. Quiero ser mi mejor versión solo para él, y pertenecerle solo a él. Porque todo lo que necesito para ser feliz es escuchar su voz cada día el resto de mis días.

Llegamos frente a la puerta de mi abuelita y mis piernas tiemblan, él solo sonríe emocionado y ¡Oh Dios! Deseo por unos minutos no amarlo tanto para confesarle mi amor con la confianza que deja mi cuerpo para vez que se alegra.

Hannie ya sabe de mi plan, y ha preparado un festín francés como refuerzo. Tal vez los caracoles hayan sido mucho pero no hay manera de que no de mi cien por ciento (y los de mi abuelita), por mi amado Taehyung.

- Nounours! Comment va mon petit-fils préféré?

- Ninnie! tu m'as manqué! - Dice el rubio y entra de un brinco a la casa directamente a abrazar a la abuelita. - Merci beaucoup pour la soupe, sans votre aide Jungkookie l'aurait évaporée.

- Fue un placer, osito. ¡Hola Coquito!

- Bonsoir Ninnie - Respongo y abrazo a mi Hannie - Espero que no hayamos llegado muy tarde.

- Para nada, fue solo media hora - dice ella burlona. - Contigo todos llegan tarde, Coquito, pero no te preocupes que ya lo suponía. Terminé justo antes de que tocaran el timbre, ¡preparé delicias! Pasen, vamos.

Taehyung se adelante con una sonrisa emocionada y yo hago un choque de puños con mi abuelita mientras ella cierra la puerta.

Cuando llego al comedor, siento un revoltijo en mi estómago por los sentimientos encontrados. Hannie ha hecho un gran trabajo colocando banderines de Francia alrededor de la mesa; la mesa está adornada con las velas aromatizadas a vino y velas de mantequilla de ajo que yo mismo escogí hace un tiempo atrás; servilletas del mismo color que los banderines; en la mesa veo los caracoles de entrada, veo tres platos de fondo que son los crepés bretones, la carbonada flamenca y el ratatouille y de postre una gran tarte tatín; globos colocados perfectamente en las esquinas del cuarto para evitar incendios con las velas.

Entonces, si tan lindo había quedado todo, se preguntarán: Jungkook ¿Qué es lo que te tiene tan conflictuado? Bueno, queridas personas, tal vez yo sea un poco dramático y tal vez esté mal, pero al menos para mi, la imagen de Napoleón Bonaparte colocado en una pared al lado de la Mesa era demasiado.

Pero bueno, en mi cabeza trato de pensar que mi abuelita y Taehyung llevaron el mismo taller de francés y que eso les da una mayor conexión por lo que ella sabrá lo que Taehyung adora. Si es así, ¿Por qué mi pulga se ve tan consternado como yo?

- ¿Ninnie? ¿Hay algún motivo por el que Francia haya lanzado una bomba aquí?

- Mmm, no, en realidad no - responde ella tranquilamente y mi frente suda por ella. - Cambié una cosas de poco a poco desde la última vez que nos vimos. ¡A comer!

Taehyung y yo nos sentamos en el lado opuesto de la mesa mientras Hannie iba en la cabeza. Mientras todos nos preparábamos para comer, Hannie con un silbido llama a su bebé  y mi némesis: Rufus. Un poodle gigante negro que me odiaba desde la primera vez que me vio, pero oh sorpresa, era el mejor amigo de Taehyung.

El perro camina galán sin mirarme hasta el asiento restante del comedor, pero cuando ve a Taehyung no duda en acercársele a darle un beso.

- Bonjour bébé Rufus, comment est-ce que le caballero est le plus apuesto ?

El canino ladra y se sienta ahora si en el extremo izquierdo de la mesa. Parece mirarme con mala cara y veo como gruñe ligeramente; puede engañar a todos, pero yo puedo ver su verdadera personalidad.

Mi abuela toca la campanita que indica el inicio del almuerzo y Taehyung y yo nos miramos directamente a los ojos cuando nos damos cuenta que lo primero que deberíamos comer serían los caracoles. Fue ahí cuando supe que lo mejor sería iniciar con mi discurso.

Me paré, vi a Rufus gruñirme y decidí ignorarlo, solo esperando que con la ayuda de Dios y Napoleón todo vaya bien y pueda decirle lo que tanto arde por salir sin morir en el intento.

- Taehyungie, tengo algo importante que decirte.

The French styleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora