Mala Junta || BTS

27. Yo quiero un pelotero que tenga dinero

—¡JEON JUNGKOOK! —gritó Nayeon, para alertar a Jungkook que estaba quedándose dormido en la fila.

Jungkook había llegado temprano a clases, y todavía faltaba un rato para el acto cívico. Nayeon cuando lo vio pegó una carrera hasta donde él estaba sentado.

—¡¿Cómo es eso de que le pediste el empate a Soojin?! —le cuestionó, esta vez en un tono de voz razonable.

—SI, CHAMA —exclamó Jungkook, feliz—. AYER, CON UNA PANCARTA Y UNAS GALLETAS. ¿NO SOY UN GALÁN?

—QUE GALÁN, ERES UN GUEVON —gritó Nayeon, y luego empezó a toser—. Ay, ya va, me va a dar una moridera otra vez.

—Menor, ¿estás bien? Hoseok me dijo que estabas enferma. ¿No deberías estar en tu casa?

—¿Estás loco? Me fui 4 dias y me perdí un poco de chismes. Si me pierdo otra semana cuando vuelva voy a conseguir a Sunhee de novia con una monja.

Jungkook sintió repulsión de solo pensarlo.

—Asco, Nayeon. ¿Ahora como elimino esa imagen mental de mi cerebro?

—Bueno marico triste, pero no me marees —continuó Nayeon—. ¿Es en serio? Para empezar, ¿quién te hizo la pancarta fea esa?

—¿La viste en Facebook? Me la hizo Lisa marico. Le quedó burda de cuchi.

—¿Fue Lisa? —repitió Nayeon, sorprendida—. ¿Tú no tenías un juju con Lisa? ¿Cómo le pediste que te hiciera la pancarta? De pana que eres descarado.

—No soy ningún descarado —se defendió Jungkook—. Lisa y yo éramos como... Panas que se metían. Ahora solo somos panas. Ella me hace pancartas y yo le doy consejos sobre su amor no correspondido con Chaeyoung.

—Yo te hubiese hecho una más linda —aseguró Nayeon.

—Sí, pero Lisa me la hizo gratis, como una buena amiga. Tú solo quieres sacarme los riales.

—Los riales de Seokjin son mis riales favoritos —confesó Nayeon—. Además, si Lisa fuera tan buena amiga, no te hubiese dejado hacer esa estupidez de pedirle el empate a Soojin. Y más estúpido el novio mío, sosteniendo la pancarta. A ti nadie te quiere, Jungkook. Solo te quiero yo.

—Nayeon, ¿Esto acaso se trata de algún chisme o algo de Soojin? Porque sinceramente, no me interesan guevonadas que hizo, o que no hizo, o mierdas que pasaron en primer año. Si el chisme tiene más de una semana, para mí ya expiró.

Nayeon escuchó aquel ataque directo, y bufó. Jungkook si era pajuo. A ella le podían seguir importando sus peos de primero, segundo y tercer año todo lo que le diera la gana. De todas formas, no era eso a lo que se refería.

—Voy a ir al grano, Jungkook. ¿A ti realmente te gusta Soojin?

—Claro —respondió él.

—Gustar, de, ¿Cómo? ¿Físicamente, sentimentalmente?

—Las dos.

—¿Con qué grado de intensidad?

—El normal, Nayeon. O no sé. ¿Qué coño es este cuestionario? ¿Qué eres ahora? ¿La policia del amor?

—¿No has pensado que tal vez hay otra persona en tu círculo social, que tal vez y solo tal vez, es la persona que a ti en realidad te interesa?

—¿Nayeon, qué coño estás diciendo?

—Mano es que te juro que yo siempre creí que te gustaba Jimin —confesó finalmente Nayeon.

—¿QUEÉE? —gritó Jungkook—. ¿TENGO PINTA DE MARICO YO AHORA?

—Una pinta no, el closet completo mano.