3- Ellos son

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 Está lloviendo con fuerza allá afuera, las calles están gélidas, el cielo se ilumina, resuenan los truenos, Percey agacha la cabeza mirando por la ventana, siente como su pecho se extrémese, a veces le ocurre que en momentos tan importantes, su mente le recuerda lo pequeño que es en su espacio en este mundo, nadie atenderá sus esfuerzos aquellos recuerdos no son exactamente dados en los momentos oportunos, y arruinan todo rastro de felicidad.

Michael se pone detrás de la mesa, en sus manos sostiene una hoja de un color azafranado, Percey no puede sentir siquiera los nervios, él añora aquellas ganas de vomitar y su respiración agitada, quizás cree saber tan bien la respuesta que sus esperanzas conducen a un pozo de agua salada.

Michael alza la voz anunciando que mencionara a los que aprobaron, el aire se siente pesado — Agnis Miller — dice, primeramente, dejando incrustada una sonrisa enorme en el rostro de Agnis, ella se levanta y Leinali le sonríe con amplitud desde su asiento, ambos guardias que acompañan a Michael y habían ayudado a Agnis antes, levantaron el pulgar en un gesto positivo.

— Taiki Tanaka — exclamó Michael.

— ¡Increíble!— Taiki estaba tan sorprendido que se giró en busca de la mirada de alguna de las personas con las que había interactuado, dando con Licia, la cual lo apoyaba con gestos desde la distancia.

— Goro Ishikawa — menciono Michael, el cual parecía recordarlo porque le miró con una sonrisa amplia y amistosa.

El chico no pudo evitar sonreír con aire de victoria.

— Cosme Kimura— anuncio Michael.

Para Cosme fue una enorme sorpresa, no pudo evitar mirar sus manos temblorosas y enseguida ir hasta Agnis quien exclamó sin disimulo.

— ¡Muy bien!

Leinali también le sonrió sin esperar que el siguiente nombre fuera el suyo.

— Leinali Redelfs.

— ¡Sí!— exclamó ante la sorpresa.

Agnis acompaño la exclamación con un aplauso, provocando un breve momento de incomodidad en la sala.

— Así que estoy, ¿y tú Satoshi? — le presumió en busca de alguna especie de reacción.

— Aún no terminan de decir — se cruzó de brazos.

— Virga Metaxas — Vocifero Michael.

— Lo logré — exclamó Virga alegre, un leve sonrojo comenzó a notarse en sus mejillas.

— ¡Oye, muy bien! — Licia le animó, como estaba cerca le dio un pequeño empujón amistoso.

— Licia Megalos.

Al escuchar su nombre, su rostro se volvió rojo de la emoción, soltó todo el aire comprimido en sus pulmones.

— ¡Esto es genial! — Virga la meció suavemente, y ambas comenzaron expresar su emoción ante el evento.

— Eriko Yano.

Eriko lo tomo con naturalidad, hasta que los ojos de Virga se fijaron en ella, estaba rebosando de energía.

— ¡Dios, qué genial! — exclamó como si se tratara de sí misma.

— Satoshi Iwata.

Satoshi embozó una sonrisa, y llevo su mirada hasta Leinali, quien al notarlo sonreírle por primera vez, no pudo evitar imitarlo, algo animada.

–Me alegra bastante— murmuro.

Agnis a su lado también le envío señales dispersas con sus manos, pero que para ella han de significar algo.

La profecía de los doceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora