CAZA AL ALFA (Omegaverse)

Una pesadilla para todos

Despierto cuando mi hijo Kouga echa sobre mi cuerpo un cubo de agua fría y limpia. El impacto es molesto al principio, pero luego sonrío al sentir todo mi cuerpo entumecido por todo el sexo que he tenido en los últimos días.

-Ten.- Me dice ofreciéndome agua que bebo incluso derramando un poco.- ¿Acaso te has tirado a un gato?- Dice sonriendo mientras me ayuda a levantarme.

-Una fierecilla salvaje más bien.- Le digo recordando al joven arañándome por puro placer y descontrol al tenerme dentro. Si es que soy tan bueno que creo que jamas podre retirarme de las cazas.

-¿De donde esta vez?

-Del bosque.- Digo viendo como alza la ceja.- Ninguno de tus hermanos.- Digo sonriendo al ver como desvía la mirada.- ¿Y a ti que tal?

-Bien. Me cazó un chico del fuego, aunque no tenía el pelo rojo como el de Renji. Más bien era un castaño rojizo, con ojos aguamarina.

-Parece que es un buen ejemplar.

-Era su primera cacería.- Por la expresión de sus ojos creo que le gustó bastante esa cacería.

-Espero que dejaras el apellido familiar por las nubes.- Ambos reimos mientras me recoloco las pocas prendas que llevamos y busco mis pieles, tiradas a un lado.- ¿Has sabido algo de tus hermanos?- Niega.

-Pero sé donde tenían sus respectivos nidos.- Dice caminando delante de mi.

Al primero que localizamos es a Zangetsu. Mi hijo está vistiéndose y cuando nos ve, nos sonríe realmente satisfecho aunque con claros signos de estar tan reventado como nosotros.

-Parece que te fue bien.- Le digo tomándonos del bazo como saludo.

-Muy bien. Estuve con uno de tus hermanos.- Dice a Kouga, lo que parece tensarlo un poco. Supongo que a pesar del distanciamiento que existe entre él y su familia omega, los lazos de sangre pueden interferir un poco.- Kuchiki Byakuya. Un iniciante muy... fogoso... aunque tan serio como tu.- dice riendo y haciendo que yo también sonría.

-Todos los Kuchiki son así. Altivos y orgullosos, pero puro fuego sexual.- Digo dando un par de golpes en la espalda de Kouga.- Ya sean omegas u alfas. Aunque mi sangre es la predominante en ti, muchacho.- Le digo.- ¿Dónde quedan los nidos de Starrk y Shunsui?

-El de Starrk está mas cerca.- Dice Kouga caminando junto a Zangetsu.

-¿Creeis que quedará algo de él?- Bromea mi primogénito riendo estruendosamente.

-Seguramente algo quede.- Dice Kouga.- Y ya sabes lo que toca ahora.- Ambos rien contagiándome.

-Sí. Batallitas sin parar hasta dentro de tres lunas y la siguente cacería.

-No seais crueles. Vosotros pasasteis por lo mismo y aun recuerdo las veces que repetíais como habían sido vuestros primeros omegas, y cuantas veces gimieron vuestro nombre, y bla, bla, bla.

-Por eso sabemos lo que viene ahora.- Dice Zangetsu riendo.

Caminamos hasta una pequeña gruta excavada en la piedra donde podemos ver un fuego consumido y un lecho sin apenas tocar, cosa que me extraña.

-Su aroma apenas persiste.- Digo aspirando el ambiente.

-Tal vez no lo trajera aquí.- Dice Zangetsu mirando en los alrededores.

-O tal vez fueran a algun otro sitio. Ya conoces a los omegas. Algunos prefieren cazar y ser ellos los que elijan donde ir.- Dice Kouga.

***Zangetsu***

Me separo de mi padre y hermano para ir en busca de Shunsui mientras ellos siguen rastreando a Starrk. No creo que se haya alejado tanto de la zona que había preparado, pero podría haberse perdido durante la euforia de la caza.