CAZA AL ALFA (Omegaverse)

Reunión secreta

Si el haber sido levantado a las cuatro de la mañana no fuera suficiente, el motivo ya ni quiero imaginármelo.

-Espero que sea realmente urgente.- Le digo a mi primogénito mientras me restriego la cara con una mano.- ¿Y tu que haces aquí?- Le digo a Nnoitra que no ha tardado en tirarse sobre mi zona de cojines.

-Creo que cuando te contemos toda la información que ha conseguido Nnoitra, me darás las gracias por haberte levantado.- Alzo una ceja y comienzo a hacer café en el fuego que siempre mantengo encendido.

-Habla.- Le digo con un gesto de la mano.- ¿Novedades desde el paraíso?

-Más bien desde el infierno.- Cuando mi hijo dice eso arrugo el entrecejo. Le hace una señal a Nnoitra y este suspira antes de comenzar a hablar.

-Hoy, mientras tus hijos se "perdían" en la aldea omega, he estado hablando largo y tendido con Ginrei.- En cuanto menciona al omega, mi interés crece sintiendo un pequeño nudo en el estomago como presentimiento de que no me va a gustar lo que me vaya a contar.

-Prosigue.

-Esa aldea se va a pique jefe. Ginrei me ha contado que no solo están teniendo problemas por el bajo numero de niños omegas nacidos allí, sino que hay familias completas que están desapareciendo.

-¿Desapareciendo?

-Huyendo a otras aldeas por culpa de las leyes asfixiantes que no dejan de inventar sus ancianos.

-¿Qué ultimas ocurrencias se han inventado?- Suspiro de forma asqueada.

-Siguen dándoles a los omegas las hierbas reproductivas para aumentar los partos múltiples. Esto está pasando factura a los padres que consiguen sobrevivir a los partos prematuros y complicados, porque al parecer, hay muchos que no llegan a termino los embarazos e incluso mueren en los partos.- Eso ya lo sabía por otras conversaciones con Ginrei y creí que estaba superado.- Debido a la goteante fuga de omegas, los ancianos han comenzado a aumentar las guardias y a estrechar la vigilancia sobre cada omega de la aldea. No les dejan salir sin escolta. Los niños no pueden salir a jugar como antes. No tienen libertad para ir o venir a donde quieran bajo pena de castigo famélico.- Dice con algo de desidia en la voz.- Vamos, lo que viene siendo una cárcel.

-¿Castigo qué?- Digo sin comprender a que se refiere.

-Famélico. Yo tampoco sabía a que se referia hasta que Ginrei me lo explicó.- Dice encogiéndose de hombros.- Al parecer, si alguien se salta las normas, toda su familia deja de recibir comida durante tres días.- Abro los ojos ante esta atrocidad y la única palabra que me viene a la mente es un insulto junto a una maldición.

-¿Incluidos los niños?- Digo temiendo la respuesta.

-Incluido los niños.

-Estoy seguro de que es por ellos por los que la gran mayoría no se arriesga a ser castigados.- Gruñe mi hijo con furia.

-Concuerdo contigo.- Digo apretando los dientes. Esos malditos viejos...- Prosigue.

-Han prohibido al chaman ayudar a los omegas con su calor si se adelanta, con la intención de buscar alfas que los fecunden.

-Eso no es raro, ni malo del todo dados sus números, aunque no comprendo que no quieran que el chaman se encargue para esperar a las cacerías.

-Por algun motivo que aun no se sabe, varios omegas en edad fértil, han entrado en calor fuera de temporada de caza. No es que a nadie le ocurriera antes, peeeeeero la diferencia es que antes, no era un numero tan elevado de omegas, ni el chaman tenía prohibido ayudarles hasta llegar a la siguiente cacería, y eran los propios omegas los que buscaban en aldeas alfas, algun alfa que colaborara en su fecundación.